Seguro que el nadador olímpico australiano Mack Horton, de 20 años, recibió miles de felicitaciones tras ganar la medalla de oro en los 400 metros de estilo libre en los pasados JJ. OO. de Río de Janeiro, en Brasil. Pero lo que Horton no esperaba es que uno de esos mensajes le salvaría la vida.
Tras ver imágenes del nadador en su participación en Río, y comparándolas con algunas competiciones en años pasados, un aficionado se percató de que uno de los lunares de su pecho había crecido desmesuradamente. No, no tenía buena pinta.
Así pues, este aficionado mandó una misiva dirigida al médico del equipo de natación australiano, contándoles lo que había visto.
Efectivamente, el lunar de Horton era cancerígeno. Su rápido crecimiento, color y forma irregular hicieron saltar las alarmas de este aficionado.
Horton, tras ser avisado por el médico, se puso en manos de un dermatólogo y ha podido atajar el problema gracias a este aficionado tan observador. De hecho, ha hecho una publicación en Instagram para agradecérselo, así como diversas declaraciones en otros medios australianos que se han hecho eco de la noticia.
«Mando un saludo a la persona que mandó el e-mail al doctor del equipo de natación, quien me dijo que deberían revisarme el lunar. Buen aviso. Muy buen aviso.«
Vía: Huffington Post
Fuentes: Twitter/@_mackhorton, Instagram/mackhorton