Vesna Vulovic, la mujer que ostenta el record de supervivencia al caer de mayor altura

Publicado 24 octubre, 2019 por Elena
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Vesna Vulovic nació en enero de 1950 en Belgrado, capital de la República de Serbia, y fue una auxiliar de vuelo serbia que ganó el récord mundial Guinness por sobrevivir a la caída libre más alta sin paracaídas: nada más y nada menos que 10.160 metros. La historia sobre cómo obtuvo ese premio no es en absoluto positiva. Ninguna persona en su sano juicio saltaría de un avión a más de 10 kilómetros de altura sin paracaídas.

El atentado que provocó la muerte de todos los pasajeros y trabajadores, menos de Vulovic

Por desgracia, cuando tan solo llevaba ocho meses trabajando como azafata, el avión de Yugoslav Airlines en el que viajaba Vulovic sufrió un atentado y ella fue la única superviviente.

El vuelo iba de Estocolmo a Belgrado, con escalas en Copenhague y Zagreb. Ella ni siquiera debería haber estado trabajando ese día, pero la confundieron con otra azafata que también se llamaba Vesna. Fue igualmente porque estaba emocionada por ir a Dinamarca. Sin embargo, una vez allí tuvo la sensación de que todos sus compañeros presentían que iban a morir, ya que insistieron en comprar souvenirs para sus familias y el capitán estuvo encerrado en su habitación 24 horas y la mañana del vuelo no paraba de hablar de sus hijos.

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Un McDonnell Douglas DC-9 de Jat Airways, idéntico al destruido en el atentado. Fuente: Wikipedia

Vulovic cree que el maletín con la bomba era de un hombre que parecía especialmente molesto cuando el avión hizo escala en Copenhague. Facturó el equipaje en Estocolmo, pero no lo recogió en Copenhague y tampoco volvió a subir al avión. La autoridades yugoslavas sospechaban de nacionalistas croatas, pero no se detuvo a nadie. De hecho un hombre llamó al periódico sueco Kvällsposten al día siguiente y, autodenominándose como nacionalista croata, se atribuyó la responsabilidad del atentado.

Fue un auténtico milagro que Vesna Vulovic sobreviviera a esa terrible caída

Milagrosamente, Vulovic fue la única que sobrevivió a la explosión del avión y cayó sobre una colina nevada. Allí fue descubierta por un aldeano que había sido médico durante la Segunda Guerra Mundial y pudo mantenerla con vida hasta que fueron a rescatarla. Terminó en coma y con el cráneo, tres vértebras, las piernas, las costillas y la pelvis fracturadas. Estuvo meses ingresada y quedó temporalmente paralizada de cintura para abajo. También tuvo amnesia global transitoria, que abarcó desde una hora antes de la explosión hasta todo el mes posterior. Sorprendentemente, en menos de un año se recuperó casi por completo: la única secuela que arrastró fue una leve cojera. Tampoco tenía miedo a volar de nuevo, ya que no recordaba nada.

Vulovic se convirtió en una celebridad y fue honrada por Josip Tito, líder comunista de la antigua Yugoslavia, como un héroe nacional. Miroslav Ilic, un cantante de folk serbio, escribió Vesna the Stewardess en su honor. Incluso la nieta del aldeano que la encontró se llamó Vesna.

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Monumento en Srbská Kamenice que conmemora el accidente. Fuente: Wikipedia

A pesar de las palabras de todo el mundo, Vulovic no cree que tuviera suerte. Si hubiera sido cuestión de suerte, nunca habría sufrido al atentado y sus padres no habrían tenido que sufrir por ella.

18 años después fue despedida por sus ideas políticas

Apenas un año después del accidente, volvió a trabajar para Yugoslav Airlines, pero esta vez en oficina, no como azafata. Ella quería recuperar su antiguo puesto de auxiliar de vuelo, pero la aerolínea dijo que no estaba suficientemente sana. Vulovic piensa que realmente no la querían de nuevo para que no se hablara del atentado.

azafata

Fuente: Independent

A principios de los 90, Vulovic fue despedida de Jat Airways por participar en protestas antigubernamenales durante la disolución de Yugoslavia. Sin embargo, no fue detenida porque el gobierno estaba preocupado por recibir publicidad negativa por arrestar a su heroína nacional. La aerolínea aseguró que Vulovic trató de persuadir a sus compañeros de trabajo para que no votaran por Slobodan Milosevic, conocido como el «carnicero de los Balcanes».

Ella continuó siendo activista prodemocracia hasta que el Partido Socialista de Serbia fue destituido del poder e hizo campaña en nombre del Partido Demócrata, abogando por la entrada de Serbia en la Unión Europea.

El Libro Guinness de los récords ya había registrado con anterioridad a otros supervivientes de caídas sin paracaídas

En 1985, el Libro Guinness de los récords le otorgó el premio al récord mundial por sobrevivir a la caída más alta sin paracaídas, superando a anteriores supervivientes, como Alan Magee, Nicholas Alkemade y Ivan Chisov.

Debido a su activismo antigubernamental, los tabloides pro Milosevic lanzaron una campaña para desprestigiarla, alegando además que el vuelo había sido derribado en realidad por un misil tierra-aire a mucha menos altura de la que se dijo en principio. En 2009, dos periodistas de Praga afirmaron que el vuelo fue derribado por la Fuerza Aérea de Checoslovaquia a 800 metros, porque lo confundieron con un avión enemigo, y que la historia del récord de Vulovic fue una artimaña para encubrir su error. Sin embargo, esta teoría no pudo confirmarse debido a que las pruebas eran solo circunstanciales.

Vulovic murió en 2016, a los 66 años

Al haber rechazado la terapia, Vulovic se refugió en la religión, convirtiéndose en una devota cristiana ortodoxa de lo más optimista. En sus propias palabras, «si puedes sobrevivir a lo que yo sobreviví, puedes sobrevivir a cualquier cosa». Durante años, rechazó también entrevistas, especialmente las de Oprah Winfrey y la BBC, asegurando que estaba cansada de hablar de su caída. Además, luchaba contra el síndrome del sobreviviente: sentía culpa por haber sido la única superviviente y a veces pensaba que debería haber muerto junto a los demás.

Tras haberse divorciado, vivía sola con tres gatos y 300 euros en un triste apartamento en Belgrado. En diciembre de 2016, sus amigos estaban preocupados por ella, ya que no respondía a sus llamadas y sabía que tenía problemas cardíacos. Finalmente un cerrajero tuvo que forzar el apartamento y allí encontraron el cuerpo sin vida de Vesna Vulovic.

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