«La vida es así… llena de luz, llena de color… una flor que se abre, en el centro de tu corazón» – Seguro que si te concentras, aún podrás escuchar su pegadiza melodía en el fondo de tu mente.
Y es que si creciste durante los años 80, debes gran parte de tus conocimientos sobre el cuerpo humano a esta maravilla. Una coproducción francesa y española que no solo nos amenizó las aburridas tardes de domingo, sino que además nos enseñó su funcionamiento.
Estrenada en 1983, la serie contaba todo lo que un niño necesitaba saber sobre la célula, la evolución y los procesos corporales y cada unos de sus sistemas.
Su mayor logro fue hacer fácil lo difícil, consiguiendo una serie sencilla, entrañable y muy educativa. Algo de lo que podría aprender la televisión de hoy día.
Seguramente la recordareis con cariño, pero tal vez os apetezca rememorar viejos tiempos y redescubrir a todos sus personajes en esta lista.
La historia
Erase una vez el cuerpo humano, llamanda Erase una vez la vida en España, fue una de las grandes serie de dibujos animados de nuestra infancia.
A través de 26 capítulos de 20 minutos de duración, la serie cuenta la historia de varios jóvenes y sus hábitos de vida. Una simple excusa para adentrarse en su organismo y observar todo lo que ocurre dentro de él.
Por regla general, los episodios suceden dentro del cuerpo de Pedro, un chico sano y activo, excepto en los capítulos que se centran en el cuerpo femenino que ocurren en el organismo de Flor, la chica.
Como contrapunto, también viajamos al interior del cuerpo de Canijo y Tiñoso, aficionados a todo lo malo. Sin embargo, su importancia dentro de la serie era crucial, pues permitía explorar las consecuencias negativas de fumar, beber alcohol y comer demasiada grasa.
La serie mostraba también un buen puñado de personajes secundarios, como la mamá y el papá de Pedro, los amigos y compañeros de clase, y el maestro.
Dentro del cuerpo humano
Gracias a un increíble derroche de imaginación, su autor Albert Barillé, un amplio equipo de animación y la mítica Pilar Miró, crearon una magnífica representación de las distintas células y organismos que componen el cuerpo humano.
Divididos en héroes y villanos, jefes y lacayos, buenos y malos, invasores y defensores, los personajes resultaban visuales y sencillos a ojos de un niño.
Gracias a ello, nos resultó fácil entender su función dentro del cuerpo humano y la relación de los personajes con respecto al resto.
El maestro – El líder célula – Doctor
El maestro era la célula encargada de tomar las decisiones en el cuerpo humano, más un recurso narrativo que un componente celular real. Sin embargo, este señor de barba blanca y gran sabiduría supo ganarse el amor y respeto de todos los niños.
Su alter ego en el mundo «real» era el médico de familia, al que los personajes acudían cuando necesitaban consejos saludables o atención médica.
Las enzimas
Eran los trabajadores del cuerpo humano, representados por pequeñas figuras humanoides todas idénticas (o casi), vestidos con mono y una gorra azul. Los recordarás manipulando cadenas enzimáticas, abriendo válvulas, o activando todo tipo de procesos corporales.
Interferones – Los mensajeros del sistema nervioso central
Estos pequeños personajes de cresta azul eran los encargados de transmitir los mensajes entre las distintas partes del cuerpo humano y el cerebro. Gracias a ellos se producía la comunicación y las reacciones de todas las funciones corporales automáticas o no.
La serie los presentaba como mensajeros muy veloces que corrían por una especie de superautopistas, que eran los nervios, transportando mensajes con órdenes o sensaciones como el calor, el frío o el dolor.
Las hormonas
Estaban representados por una gran variedad de robots con una hélice y pintados de diversos colores según su función.
Los glóbulos rojos
Aunque los hay a cientos, la historia se centraba en el viaje completo de un entrañable trío, compuesto por el Profesor Globus (Maestro), que explica y describe los órganos por los que pasan sus dos compañeros: Hemo y la joven Globina (hemoglobina).
Como curiosidad, su color cambia, siendo de color rojo/naranja cuando llevan el oxígeno y de rojo oscuro al transportar el dióxido de carbono.
Las plaquetas
Representadas por pequeños círculos de color rojo, con cuatro brazos y dos piernas, caminan por el torrente sanguíneo en compañía de los glóbulos rojos formando la sangre.
Cuando se produce una herida, se abrazan en formación para cubrir el corte y sellar los vasos sanguíneos, momento en el que se transformaban en losas hexagonales.
El sistema inmunitario
Dada su gran importancia en el organismo, son muchos los personajes que componen este grupo, organizándose en batallones para hacer frente a los invasores.
Los linfocitos B y linfocitos T
Las células B están representadas por pequeños personajes humanos. Por lo general son dos replicas en miniatura de Pedro y Flor, que asumen el rol de capitán y teniente de la flota.
Se mueven en naves con forma de burbuja, son rápidas y pueden deformarse para pasar a través de una pared celular.
Los linfocitos T, son exactamente iguales, pero poseen un arma extra, ya que sus naves están equipadas con rayos láser para luchar contra las células cancerosas, o una especie de gas venenoso contra los microbios.
Los anticuerpos
Seguramente recordaréis a estos pequeños luchadores con forma de insectos robóticos que se dedicaban a patrullar por el cuerpo humano. También podían ser transportados o liberados por los propios linfocitos durante las batallas.
Actuaban como un enjambre de abejas que picaba y destruía a los invasores.
Células blancas – Neutrófilos
Eran la policía celular, iban uniformados con una estrella de shérif y una porra. Todos eran blancos e idénticos excepto su líder.
Como policías, patrullan el cuerpo humano, regulaban el tráfico y solicitaban la identificación a los personajes sospechosos.
Eran capaces de replicarse y representaban la primera línea de defensa del cuerpo humano. Seguro que recordarás su gran boca con la que engullían a los malos.
Células blancas – Basofilos
Iguales que los policías, los basófilos eran un cuerpo de policía femenino. Iban equipadas con «granadas de histamina» para frenar la marcha de los atacantes.
Los macrófagos
Eran grandes carros de combate de color amarillo y forma de sapo, capaces de comer y hacer desaparecer cualquier residuo orgánico y de plantar cara a las bacterias o los virus.
Los invasores
Las bacterias
Representadas de muchas formas y tamaños, las bacterias eran siempre de color azul.
Algunas eran muy fuertes y musculosas y otras pequeñas y débiles, pero todas podían replicarse con facilidad.
Se escondían para pasar desapercibidas, reproduciéndose para atacar en el momento oportuno. Su líder era Sarnoso.
Los virus
También de muchas formas y colores, los virus eran los villanos más astutos y malvados. Siempre andaban haciendo de las suyas, desarrollando complicados planes para atacar el cuerpo humano.
Eran de color amarillo y podían tener cuernos verdes o rojos. Aunque tenían tamaños diferentes, los virus pequeños podían ser los más peligrosos.
Su líder era canijo.
Las toxinas
Motas de polvo, polen o suciedad nociva dispuesta a provocar problemas como la alergia.
Otros personajes
Nutrientes, vitaminas y minerales
Había un gran variedad: azúcar (dulces de color rosa y rojo), hidratos de carbono (en forma de cono de color amarillo pálido), grasa (tipo de pequeño dinosaurio amarillo), proteínas (personajes humanoides de color anaranjado y musculosos), sodio (salero), agua (gotas), vitaminas (letras en movimiento a saltos), o fibras vegetales (en forma de de judías verdes o zanahorias).
Todos estos personajes cumplían y ayudaban a los principales para asegurar el buen funcionamiento del cuerpo humano.
Los Ribosomas
Juntos formaban los complejos macromoleculares de proteínas y ácido ribonucleico (ARN), encargados de la síntesis de proteínas
Los probioticos
Eran las bacterias amigas que nos ayudan a digerir los alimentos y fabricar vitaminas.
El oxígeno
Limpias como el oxígeno o sucias como dióxido, estas burbujas de aire podían verse flotando en los pulmones.
Una serie para el recuerdo
Esperamos que os haya gustado este repaso por una de las series más bonitas e instructivas de nuestra infancia.
Sin duda, aprendimos muchos con ella y ahora sí que podemos afirmar sin ninguna duda eso de…«ya no se hacen dibujos animados como los de antes».
Fuente: Il était une fois… la Vie
