Se llama Yuja Wang y con 30 años tiene que empezar a inventar retos por superar. Esta pianista china ha conseguido hacer de la música clásica un espectáculo capaz de llegar a las masas, y lo ha hecho gracias a su talento y su arrolladora personalidad.
Cuando la ves tocar entiendes que nació para ello. Resulta natural, casi podrías decir que fácil, pero la complejidad de las piezas que toca, la introspección que requieren y, por supuesto, la técnica, te dejan claro que estás ante un talento portentoso.
El año pasado, Yuja alcanzó «el Everest» de la música tocando una de las piezas más difíciles jamás escritas: el Hammerklavier de Beethoven. 50 minutos de partitura memorizados e interiorizados para regalárselos a un público atónito.
Ahora, Wang se plantea una nueva aventura, la de dirigir a dos orquestas al mismo tiempo usando su piano como batuta. «Voy a tocar a Beethoven con ellas, frente al piano, sin una batuta, pero guiándolos mientras toco», explica. «Es otro territorio, pero eso es lo divertido de ser pianista: hay infinitas oportunidades para explorar y nunca sabes a dónde te van a llevar».
Si aún no la conoces, no puedes perderte este vídeo, un repaso a su historia que te dejará con ganas de acompañarla en sus siguientes pasos.
