Si quieres ganar tiempo en la cocina y lograr resultados profesionales, aquí tienes 11 trucos que te serán de ayuda.
Elimina las pepitas del melón, calabacín, calabaza y otras frutas y verduras usando una cuchara de helado o corte. Las cucharas convencionales, aunque un poco más incomodas, también resultan eficaces.
Si la sopa o el estofado te ha quedado demasiado graso, haz lo siguiente: envuelve unos hielo en una hoja de papel y pásalo sobre la comida. El frío hará que la grasa se adhiera al papel como si fuera un imán.
Introduce el trozo de queso a rallar durante 15 minutos en el congelador. El queso será rallado de igual forma pero no se adherirá al rallador y, al ser tan fino, el queso se calentará en segundos.
Si no quieres arruinar tus uñas, introduce la fruta durante 20 segundos en el microondas y su piel se separará sin esfuerzo.
Guarda el papel film en la nevera, el frío lo volverá más manejable.
Añadir un poco de vinagre al agua hará que retirar la cáscara sea una tarea mucho más sencilla.
15 o 20 segundos en el microondas serán suficientes para exprimir las ultimas gota de un limón. Lo mejor es conservar los cítricos en la nevera, y usar este truco para obtener mayor cantidad de jugo.
Antes de cortarlas, introduce las cebollas en el congelador durante 30 minutos. Esto impedirá que los gases lacrimógenos de la cebolla escapen y podrás pelarlas fácilmente y sin derramar una lágrima.
Para evitar que la espuma rebase la olla y se derrame por la placa, coloca una cuchara de madera sobre ella, tal y como observas en esta fotografía. Este sencillo truco romperá las burbujas y evitará accidentes.
Si no tienes o has acabado con todas las tulipas para magdalenas, utiliza un poco de papel de horno para forrar el molde. No solo es igual de útil, sino que les dará un toque aún más artesanal.
Para lograr que la pizza no quede blanda al recalentarla en el microondas, introduce un vasito de agua junto a ella.
Rompe los huevos en la sartén como si los fueras a freír, pero en vez de añadir aceite o mantequilla, añade un poco de agua y ponlo a fuego alto. Obtendrás unos huevos perfecto y sabrosos con la yema líquida.