Con todos los métodos, herramientas y filosofías que tenemos a nuestra disposición para educar a nuestros hijos, puede que penséis que criar a un niño actualmente es más complicado que nunca. Nada más lejos de la realidad.
Aunque es cierto que la paternidad puede llegar a ser abrumadora en un determinado momento, los avances en medicina y tecnología siguen poniéndonoslo mucho más fácil que en décadas pasadas. Para demostrarlo, hoy queríamos mostraros algunos criterios, métodos y técnicas de crianza que se utilizaban en el pasado, a cada cual más cuestionable:
Durante los siglos XIX y XX, se pensaba que el control de los intestinos podía evitar infecciones diarreicas. Por tanto, aquellos padres fueron instruidos para que sus hijos comenzaran su entrenamiento lo antes posible.
En lugar de productos de limpieza como agua y jabón, se decía a lo padres que debían utilizar aceites para lavar a sus bebés.
El agua estaba severamente contaminada durante la Edad Media, por lo que nadie solía beberla, bebés incluidos.
La contaminación del agua y la leche extendida en Inglaterra durante el siglo XVIII dio lugar a una creciente apreciación de la ginebra. Una vez más, los bebés no quedaron exentos.
En 1916, el psicólogo y fundador del método conductivo, John B. Watson, sugirió que los bebés nacen como «pizarras en blanco», sobre la cual la experiencia puede escribir prácticamente cualquier cosa. Por tanto, «lo mejor» era interactuar con ellos lo menos posible.
Una forma aún más extrema que la anterior, que evolucionó en el algún momento entre el conductivo y la tendencia de corta duración donde se creía que los hombres estaban más capacitados para criar a un niño. ¿La técnica? Dejar a los bebés solos por completo.
Muchos padres pensaban que, al hacerlo, estaban exponiendo al bebé al cólico del lactante.
Los médicos solían creer que la lactancia materna después de 9 meses podría conducir a daños cerebrales y, potencialmente, hacer que la madre sufriera ceguera.
Con la urbanización masiva de los años 30, los padres buscaban cualquier manera para conseguir que a sus bebés les diera algo de sol y aire fresco. Así fue como se inventó esta jaula para bebés.
Aunque esta costumbre sigue presente en algunas culturas, en el pasado estaba mucho más extendida. A menudo los bebés eran comprometidos desde que nacían a otras familias, a cambio de la correspondiente dote.
Vía: boredomtherapy, traducción y adaptación por La Voz del Muro.