La ilusión es uno de esos sentimientos que nos puede arrancar una sonrisa en el momento más inesperado. No tienen por qué ser cosas grandes, encontrarnos un trozo de tarta del día anterior en la nevera o llegar a casa y tener en la mesa el plato con el que llevas todo el día en la cabeza son suficientes.
Pero a veces esa ilusión se torna en decepción tan rápidamente como llegó. Esa lotería que podía hacer que saliese todo bien o todo mal confabula en tu contra y te da un mazazo en toda la cara.
En estas fotos vaís a ver lo que es la autentica decepción en términos puramente alimenticios. Cuando la casualidad y el azar se unen de la peor manera posible y destrozan todas las ilusiones que pudieses haber puesto en ese momento.
No, no me gusta el limón, y no me gusta que quieran que coma limón o cosas con su sabor a la fuerza. Ya me podían haber tocado de fresa, que de ese sabor si que no me canso.
Lo preocupante no es solo la cantidad de marshmallows, sino el aspecto insano del único que contiene. Esperaba algo más cuidado por parte de Starbucks.
¿Os ha sucedido alguna vez algo similar? A mi todavía no me ha pasado nada parecido pero debe ser frustrante a la vez que gracioso encontrarte en una de estas situaciones.
Fuente: Distractify
Este artículo fue modificado el 8 enero, 2019 7:37 pm