Hoy descubriréis que las paredes, las muros semi derruidos, las vallas oxidadas, el suelo de un parking o las fábricas abandonadas también pueden hacer las veces de lienzo cuando se trata de pintar graffitis.
Las obras callejeras que estáis a punto de ver son puro realismo, tanto que consiguen crear una atmósfera casi mágica que supone todo un regalo para los sentidos. Tanto que, han conseguido convertir el viejo y mugroso entorno en el que se encontraban, en un lugar en el que nos gustaría estar.
Obras que, a nuestro humilde parecer, llevan la expresión artística callejera en su máximo exponente. Grafitis que son fruto de la imaginación, la visión, de unas dotes artísticas que requieren técnica y precisión y, cómo no, de un más que acentuado talento. ¿Estáis preparados? Comencemos:
Coloridas lámparas de lava para alegrar estos pilares de hormigón
Esta obra, titulada Tower of the People, ha sido realizada por el artista Eron en Santarcangelo, Italia
Un mural de encaje gigante para adornar el lateral de una casa en Calais, realizado por NeSpoon
Charlie Brown y Snoopy bajo la lluvia. Desde luego, ¡entran ganas de cubrirles con un paraguas!
Una versión rayada de la princesa Aurora, en la que se pueden ver dos rostros y ropajes diferenciados
¡Genial para una enredadera!
Una pacifista graffitera que da un nuevo aire a la fachada de este edificio
Este colorido mural parisino es una obra maestra
Los graffitis de Kitt Bennett se aprecian mejor a vista de pájaro
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