Seguramente alguna vez te ha pasado que un amigo o conocido te vea junto a tus hermanos, tu mamá, o tu tío y de pronto diga que tú y ese familiar son muy parecidos. Sin embargo, es muy difícil para ti notar las similitudes aunque te aseguren que son como dos gotas de agua. Y es porque generalmente no podemos vernos al mismo tiempo a nosotros mismos y a esa persona. A menos claro, que se trate de una foto. Aún así, nos cuesta algo de trabajo ver las diferencias porque estamos acostumbrados a reconocernos a nosotros mismos como individuos únicos. Incluso si tienes un gemelo.
Pero lo cierto es que la genética es extremadamente poderosa y sin importar cuánto nos neguemos a reconocerlo. A veces, tu cara y la de otro familiar son idénticas. Por suerte, existen las fotografías, que pueden demostrarnos cuán parecidos somos a alguno de nuestros seres queridos. No importa si nunca llegaste a conocerle en persona, la imagen te dirá que sin duda, son familiares y que los genes han hecho de las suyas.
Resulta maravilloso encontrarnos con una foto antigua y darnos cuenta de que somos una «versión moderna» de nuestro tatarabuelo o nuestra bisabuela. Y nosotros te queremos mostrar una recopilación de personas que descubrieron que la genética en su familia es increíblemente poderosa.
Fue una gran coincidencia pues el padre simplemente le dio la corbata y luego se dieron cuenta que ambos la usaron para el mismo evento.