Existe un refrán en España que dice «de lo que veas, la mitad te creas», supongo que tendrá muchas otras versiones en diferentes países, pero el mensaje viene a significar siempre lo mismo: Nuestros sentidos nos pueden engañar y más de lo que nos pensamos.
Y es que tendemos a pensar que si hemos visto algo con nuestros propios ojos nada ni nadie nos puede decir que eso no sea cierto. En parte tenemos razón, pero claro, no es lo mismo ver algo, que creer haber visto algo.
Hoy os traemos unas imágenes que van a poner a prueba vuestra capacidad de observación y os aseguro, que en más de una ocasión, vais a tener que mirar 2 veces la imagen para cercioraros de que es cierto lo que ven vuestros ojos.
Ya os decimos nosotros que no lo es, son todas una serie de cómicas y desafortunadas (o afortunadas, según se mire) casualidades que han dado lugar a esta especie de ilusiones ópticas. El primer vistazo sorprende, pero el segundo es cuando te ríes al comprender que es lo que está sucediendo en realidad.
Lo que parece una cabeza de panda no es, ni más ni menos, que la pata del oso hormiguero.
Fíjate bien y veras un lengüetazo y no un mordisco.
La vida de Personaperro es muy activa y a veces tiene que tumbarse a descansar con la lengua fuera.
Más bien es un codo doblado en el sitio más inoportuno
Es eso, o que tenemos otro extraño caso de «camuflaje involuntario» debido a unos leggins de leopardo.
Hay que saber elegir bien los colores del vestido, o pueden pasartete cosas como esta.
Sí, yo también me empecé a reír cuando vi que era una mano sujetando un vaso.
Después de estas imágenes he llegado a una conclusión, y es que ni de mis propios ojos me puedo llegara fiar, por lo menos, no del todo.
Artículo redactado por: La voz del muro