Nuestros ojos están muy lejos de ser perfectos. Aunque son un órgano extremadamente complejo no son, ni mucho menos, el mejor desarrollado de la naturaleza. Esto unido a que nuestro cerebro tienen una peculiar manera de interpretar las imágenes que le llegan a través de ellos, facilitan que en más de una ocasión nos quedemos anonadados con las visiones que creemos llegar a tener.
Y es que engañar a nuestra vista es bastante fácil. Cuando miramos una imagen rápidamente, nuestro cerebro tiende a interpretarla en base a lo que ya conoce y establece relaciones con cosas vistas anteriormente. Esto, a veces, hace que, de un primer vistazo, veamos imágenes imposible y ridículas. Pero una vez ‘revisionadas’ empiezan a cobrar sentido.
Hoy os traemos unas cuantas imágenes que vais a tener que mirar en más de una ocasión y algunas con bastante atención, para comprender bien lo que en ellas sucede. Todas tienen su explicación lógica, solo que de un vistazo rápido, no lo parecería.
Cuando tu cabeza se puede confundir con un trasero…
Esta es la foto que ha dado origen a este artículo. Realmente la persona besando al niño es el abuelo, que con poco pelo y sin camiseta forman una desafortunada ilusión óptica de las que te tienes que detenerte a mirar un par de veces.
Las reacciones en internet no han tardado en hacerse partícipes con todo tipo de comentarios divertidos, como los que suscitaron en su momento la siguiente selección de fotografías que os mostramos a continuación.