La época de estudiante solemos recordarla con especial nostalgia, sobre todo nos vamos haciendo mayores. Amigos de la escuela, trabajos que hacíamos y sí, también los dichosos exámenes.
A pesar de que las reformas educativas van y vienen cada vez que cambian los que están en el poder, uno de lo pilares inamovibles de los sistemas educativos son pruebas de aptitud.
Mucha gente piensa que no es el sistema correcto para evaluar conocimientos y, sinceramente, si hacemos los exámenes igual que los protagonistas de las siguientes fotos, podemos asegurar que no sirven para nada en absoluto.
Y es que copiar, hacer chuletas y/o dar el cambiazo son técnicas ancestrales que todo «buen estudiante» ha practicado en alguna ocasión.
Los tiempos cambian y la forma de copiar en los exámenes también. Hoy en día tenemos absolutamente toda la información que necesitemos en la palma de nuestra mano. Esto ha propiciado nuevos e ingenioso sistemas para aprobar sin estudiar, pero no nos engañemos, las clásicas chuletas en el escote o en el asiento del compañero de delante siguen triunfando tanto hoy como hace 30 años.
Aquí os dejamos una muestra de hasta donde llega el ingenio de los jóvenes para no tener que estudiar a la hora de examinarse.
Imprimir una etiqueta de agua cambiando la letra pequeña por los temas que deberíamos haber estudiado
El truco de la manga del chandal
Una manera ingeniosa de esconder un smartphone
Dos chuletas en un mismo papel. Depende de si lo miras con el filtro rojo o azul leerás una u otra
Jamás se me habría ocurrido, ¡una chuleta en un rizo del pelo!
Esta tiene hasta un mecanismo para ir cambiando de «página»
Hay que tener mucha vista para leerla y pulso para hacerla
Una enciclopedia en un anillo
La herida que te puede valer un aprobado
Vitaminas para el cerebro
Todo un clásico
La misma técnica que con la botella de agua pero esta vez con una de refresco
Este tal vez sea poco disimulado
Otro clásico poco sutil
Un poco descarado, pero a veces funciona
Una variante de la etiqueta de la botella
Siempre quise usar medias para poder hacer esto
Ni los correctores de bolígrafo están a salvo
Hay que tener mucho nivel para fabricarte una suela así
Las botellas de agua son un auténtico peligro
Si te sudan poco los pies es una opción a tener en cuenta. Solo hay que resolver lo de como leer un zapato en un examen sin parecer sospechoso
Cualquier hueco puede servir para esconder nuestras chuletas
Destrozas un cuaderno, pero te aseguras un aprobado
Esconderla dentro del boli es también una tradición milenaria
¿Quién no ha apuntado alguna vez una fórmula en la regla?
Y además está impresa con las letras del revés, para que la podemos leer llevándola puesta
Los smartwatch son un peligro
Una gafa con cámara y un transmisor, ideal para enviar preguntas y obtener respuestas
Se ve que está trabajada
Vendo chuletas de todas clases ¿cual necesitas?
La de las faldas, otra tradición ancestral
Aquí veo poco trabajado el asunto
Esta es ideal para apuntar algún dato de última hora
Al final, las paredes acaban pareciendo una biblioteca
Estamos seguros de que si el tiempo que utilizan en idear estas triquiñuelas y llevarlas a cabo lo empleasen en estudiar, seguramente serían alumnos de matrícula de honor.
Fuente: Fishki, artículo por La Voz del Muro