Categorías Actualidad

50 imágenes que muestran cómo quedan las instalaciones olímpicas años después de las Olimpiadas

Cada vez son más los ciudadanos, grupos políticos y estados que piensan que ser el país anfitrión de los Juegos Olímpicos no merece la pena.

La mayoría de las ciudades no poseen la infraestructura necesaria para celebrar un evento de tal magnitud, y por ese motivo en caso de ser elegidas, deben hipotecar su futuro para construir los recintos y estadios que se precisan.

El sentido común nos dice que gastar miles de millones en un evento de dos semanas de duración no es una buena inversión. A pesar de ello, las candidatas y sus habitantes creen que las instalaciones beneficiarán a la ciudad una vez los juegos hayan finalizado.

Nada más lejos de la realidad, pues como demuestran las imágenes que ilustran este post, la mayoría de las ciudades se dan cuenta de que las instalaciones sobrepasan con creces la necesidades del lugar y los costes de mantenimiento se vuelven insoportables.

Abandonadas a su suerte, las villas olímpicas son la prueba de que este sistema hace aguas. Mientras el comité olímpico continua imponiéndose al sentido común de construir una ciudad olímpica que albergue los juegos para siempre en un terreno neutral.

Descubre el estado de algunas de las instalaciones olímpicas que han sido construidas en los últimos 30 años.

La ciudad de Sarajevo fue sede de los Juegos Olímpicos de Invierno en 1984.

10 años después, estalló la guerra civil y el país quedó devastado.

Algunas instalaciones deportivas fueron utilizadas como base militar.

El estadio de trineos bobsleigh fue un importante almacén de artillería durante la guerra civil.

Hoy el lugar se utiliza como pista de BMX.

Los perros pasean por el recinto en el que se celebraron la ceremonias de apertura.

Y las plantas crecen salvajes por toda la zona..

Aquí podéis observar las pistas de salto de esquí abandonadas que fueron instaladas en la ladera del Monte Igman.

La hierba crece en las gradas creando una curiosa postal.

Sin embargo las pistas llevan mucho tiempo sin usarse.

Los equipos locales no entrenan en las instalaciones que se van deteriorando con el paso del tiempo.

Millones gastados en instalaciones deportivas que mueren lentamente.

Y no importa que las instalaciones estén más o menos cerca de la ciudad. Ni siquiera la pista de patinaje ha sido aprovechada.

Sencillamente la cantidad de edificios deportivos y su mantenimiento es algo que una ciudad como Sarajevo no puede permitirse.

En realidad casi ninguna ciudad que ha acogido los juegos puede hacerse cargo de las instalaciones una vez finalizados. Las dimensiones superan las necesidades de la población local y su mantenimiento es desproporcionado. Por ejemplo, la ciudad estadounidense de Atlanta que acogió los juegos en 1996, decidió demoler el estadio olímpico en 1997 para crear 4000 plazas de aparcamiento.

El pebetero fue trasladado desde el Estadio Olímpico hasta una carretera local como elemento conmemorativo. Su demolición esta prevista para 2017.

Construir todas estas instalaciones no es barato, la ciudad de Atenas por ejemplo superó en 15 mil millones de dólares el presupuesto para los Juegos Olímpicos de 2004.

10 años después Grecia continúa pagando los sobrecostes.

Sumidos en una profunda crisis económica, los griegos han abandonado por completo la villa olímpica.

Y el nuevo gobierno sopesó convertir la zona en un barrio residencial de promoción pública.

Sin embargo y a pesar de las miles de familias interesadas, el proyecto fracasó.

Y la vegetación es la única propietaria de las instalaciones.

La humedad y el salitre de Atenas, deteriora rápidamente el complejo olímpico.

Acumulando en las piscinas suciedad y algas.

Grupos de jóvenes se aventuran a cruzar las vallas.

Para explorar el lugar.

Y realizar graffitis en todas partes.

Tras una década sin mantenimiento los estadios están en ruinas.

Nada se ha salvado del paso del tiempo y el olvido.

Aunque al menos las ranas han encontrado un lugar para vivir.

La zona de atletismo continua recibiendo las visitas de algunos corredores, pero eso no significa que estén en buen estado.

Beijing fue sede de los Juegos Olímpico en 2008, y acogerá los juegos de Invierno en 2022.

Sin embargo, la ciudad prefiere reconstruir todo, llegado el momento, que mantenerlo. Aquí puedes ver el césped del campo de beisbol seco.

La zona verde es una escombrera donde los animales abandonados viven

Los turistas visitan el lugar para descubrir sorprendidos que la zona está devastada.

Al menos otras instalaciones se están aprovechando, como el parking del estadio de ciclismo, en el que que se realizan las pruebas de conducción para obtener el carnet de conducir.

Pero por regla general los recintos van marchitándose poco a poco por la falta de cuidados.

Un guardia de seguridad utiliza la piscina de remo para comprobar un pinchazo en su bicicleta.

La instalación de BMX desierta

Muchos de los recintos se encuentran cerrados a la población, ya que de permanecer abiertos, la administración debería salvaguardar la seguridad de las instalaciones.

Desde que se clausuró Beijing 2008, los estadios quedaron desiertos. Ni tan siquiera la publicidad fue retirada.

De nuevo la historia se repite, millones de dólares de inversión malgastados.

Y cientos de metros cuadrados desaprovechados languidecen mientras acumulan basura y suciedad.

¿Cuántas veces más repetiremos esta historia?

Fuente: uk.businessinsider.com

Más ejemplos:

Recientemente nos hemos topado con unas inquietantes fotografías, publicadas la semana pasada, en las que hemos podido ver el claro declive y abandono de las instalaciones olímpicas que dieron cobijo a los JJ.OO. de Río 2016, y eso que solo han transcurrido 6 meses desde su clausura, incluyendo el legendario Estadio Maracaná.

En una ciudad que espera ser levantada de la pobreza y la deuda, estos son los restos de un sueño hecho añicos:

Recordemos que Río 2016 no quedó exento de escándalos incluso antes de su apertura, incluyendo el brote de virus Zika, informes de dopaje de atletas rusas y la destitución del presidente Dilma Rousseff por temas de corrupción.

Hoy, la segunda ciudad más grande de Brasil tiene que hacer frente a la deuda millonaria de los acreedores internacionales, y ahora también le debe 900 mil dólares a una empresa local de energía.

Piscinas semivacías, suelos y terrenos desgastados, sillas arrancadas, así como el vandalismo, pueden percibirse por todo el parque olímpico. 

El futuro de estos edificios abandonados sigue siendo incierto, pero es poco probable que sean una prioridad, pues Río se enfrenta a una larga lista de desafíos mucho más importantes.

Este artículo fue modificado el 8 enero, 2019 7:35 pm

Compartir