Tener una bonita dentadura es algo que todos deseamos y que, con el paso del tiempo, cada vez es más importante para poder dar una buena imagen al resto de la gente. Sin embargo, no todo el mundo lleva a cabo los cuidados necesarios para tenerla o no todos están dispuestos a someterse a un tratamiento de ortodoncia para conseguirla.
Y te estarás preguntando, ¿cómo puedo gozar de una sonrisa perfecta entonces? A continuación te presentamos una alternativa a la ortodoncia que seguro que te encantará.
La ortodoncia puede llegar a ser un proceso realmente largo, además de doloroso para algunas personas que quizá prefieran una alternativa más sencilla y cómoda. Este es el caso de las carillas dentales.
Son unas láminas fabricadas a medida (normalmente de porcelana o composite) para los dientes de cada paciente. Estas láminas se adhieren a la parte frontal de las piezas dentales con una especie de cemento especial. Se suelen colocar en aquellas piezas que son más visibles al sonreír.
De esta manera, conseguimos arreglar algunos defectos de color, como pueden ser los dientes grisáceos o amarillentos. Además, se logra retocar algunas imperfecciones en la forma de los dientes. ¡Nuestra sonrisa lucirá perfecta!
Dependiendo del material con el que se elaboren, las carillas dentales pueden ser de dos tipos:
Puede que también las hayas escuchado como “carillas de cerámica”, y es que están fabricadas con este material. Se adhieren al diente del paciente para conseguir la estética adecuada. Sus usos suelen ser para pequeñas deformaciones, decoloraciones de las piezas dentales o para rehabilitar fracturas causadas con el paso del tiempo. Las carillas de porcelana dejan un acabado final más natural y agradable que las carillas de composite. Además de esto, duran más, pudiendo llegar hasta los 20 años en perfecto estado (siempre y cuando se cuiden y se visite al dentista regularmente).
Están fabricadas de una fina capa de resina biocompatible que se instala de forma directa sobre la superficie de los dientes. Su colocación es relativamente fácil (solo haría falta una sesión para colocarlas) y son más respetuosas con la estructura original de la dentadura. Esto se debe a que no es necesario tallar el diente para ponerlas. De esta manera, son más baratas y fáciles a la hora de una reparación. Mayoritariamente se emplean para problemas estéticos más pequeños o menos apreciables. Cabe decir también que, al ser más económicas, suelen durar menos tiempo (5 o 10 años en buen estado) y pueden perder brillo con el paso de los años.
En cuanto a las ventajas, destacan algunas como:
Las carillas dentales, tanto de composite como de porcelana, son una genial elección para comenzar a cuidar y mejorar nuestra sonrisa a nivel estético. Ambas opciones son igual de válidas, solo tendrás que encontrar cuál es la más adecuada para ti. Tener una sonrisa bonita es fundamental para la autoestima y la seguridad en uno mismo, por lo que de esta manera mejorarás en estos aspectos.
Normalmente se piensa que este tipo de tratamientos solo está al alcance de unos pocos, pero no es así. Si esta opción a modo de alternativa a la ortodoncia te ha convencido, recuerda que debes visitar siempre a un especialista para que te aconseje sobre el tratamiento que has de seguir.
Este artículo fue modificado el 2 junio, 2021 9:42 am