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Aprende a cocinar un delicioso plato de pasta fresca hecha en casa desde cero

Hasta que no pruebas un buen plato de pasta fresca hecha en casa, no te das cuenta de cuán superior es su textura y sabor, con respecto a las marcas industriales.

Además de sencilla de preparar, la pasta fresca es una divertida actividad que se puede disfrutar con amigos y familia, especialmente con los más pequeños de la casa.

Aprende a realizar pasta fresca en casa de forma fácil con esta sencilla receta repleta de interesantes consejos.

Harina, sal y huevos, eso es todo lo que necesitas.

La pasta fresca es una receta simple, sólo necesitarás mezclar dos huevos por cada taza de harina que emplees, además de un pellizco de sal. Hoy vamos hacer pasta fresca en cantidad, por lo que utilizaremos 8 tazas de harina y 16 huevos medianos.

Bate los huevos y añádelos a la harina.

En un tazón grande coloca la harina y haz un agujero en medio. Después añade los huevos en el centro y la sal.

Con un tenedor comienza a mezclarlo todo.

La masa comenzará a verse extraña y grumosa, pero es normal.

Es el momento de verter el contenido del tazón sobre la mesa.

Continuaremos amasando la mezcla sobre la mesa hasta que se forme una pasta uniforme.

Tras 10 minutos de trabajo, obtendrás una bola de color amarillento y textura seca.

Envuelve con papel film y déjala reposar en la nevera durante una hora.

Tras el tiempo estipulado, procederemos a cortar la masa en porciones de unos 2’5 centímetros.

Espolvorea un poco de harina sobre al superficie de trabajo y con la ayuda de un rodillo comienza a estirar la masa.

Estíralo todo lo que puedas, sin miedo.

Te sorprenderás de cuánto puede estirarse una porción.

Si no quieres hacer spaghetti muy largos, puedes cortar por la mitad las porciones de masa ya estiradas.

Usando una maquina eléctrica o manual, procede a cortar la masa para fabricar espagueti, tallarines y otros.

Si no tienes máquina puedes hacerlo con cuchillo y paciencia, o hacer piezas de pasta más sencillas como las orechiette.

Mezcla un pellizco de harina para que los tallarines queden sueltos y déjalos reposar sobre un bandeja.

Lo mejor es formar pequeños montones, para que pueda respirar, ya que si se colocan unos encima de otros pueden pegarse.

Una vez procesada toda la masa, es hora de prepararla para comer o almacenar.

Si deseas guardarla, solo debes introducir la pasta en porciones individuales o familiares según tu conveniencia en bolsas para congelados.

Ya sea directa del congelador, o fresca, la pasta debe de hervir con abundante agua y sal durante unos minutos.

Escurrir.

Añadir tu salsa preferida.

Y disfrutar en familia.

Fuente: imgur.com

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