La cocina no es fácil, pero nuestra labor está orientada a cambiar eso mediante recetas sencillas a la vez que especiales, como la que os traemos hoy. Estoy convencido de que esta forma de cocinar las patatas se va a convertir en el arma secreta culinaria de vuestras próximas cenas, y pronto veréis por qué.
Además del intenso sabor que le aportan el aceite de oliva, la mantequilla y las especias, estas patatas se caracterizan por ser muy crujientes, algo que solo conseguiremos cortándolas finamente.
Pero antes de ponernos manos a la obra, veamos qué vais a necesitar:
- 1,5 o 2 kg de patatas peladas y lavadas
- 3 cucharadas de mantequilla sin sal, derretida
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 4 cebollas chalote, cortadas longitudinalmente en rebanadas gruesas
- Sal gorda
- 1/2 o 1 cucharadita de pimienta roja molida (opcional)
- 8 ramitas de tomillo fresco
Una vez tengáis todos los ingredientes reunidos, debéis seguir los siguientes pasos:
Precalienta el horno a 190ºC y corta las patatas lo más finamente posible, con ayuda de una mandolina
Derrite la mantequilla en el microondas y después añádele las 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Pinta con la mantequilla y el aceite la base de la fuente apta para el horno donde irán las patatas
Colócalas amontonándolas de esta manera
Cuando las tengas, espolvorea sal gorda por encima de todas las patatas
Después añade la pimienta roja molida
Corta las cebollas chalote y colócalas salteadamente en la fuente, aprovechando huecos entre las patatas
Con el aceite y la mantequilla sobrante pinta toda la superficie de la fuente
Hornea durante 75 minutos y después añade el tomillo. Después déjalas durante 35 min. más o hasta que estén doradas y crujientes
Et voilà! Así de fácil y así de ricas 🙂
Por si te han quedado dudas, aquí tienes la receta en vídeo. ¡Que la disfrutes!
Vía: Everyday Food
Imágenes: Everyday Food