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Cómo hacer un terrorífico pastel de cerebro humano para Halloween

Preparar la noche de Halloween tiene mucho más trabajo del que puede parecer. No solo hay que decorar la casa para que quede lo más lúgubre y terrorífica posible, también tenemos que preocuparnos de nuestro disfraz y, si queremos ser un poco más originales, de los dulces y caramelos que obsequiemos o consumamos ese día.

Por supuesto, cualquier cosa que hagamos para esta fiesta debe de ser temática. Seguro que más de uno habrá pensado celebrar algún convite en casa con los amigos. Si este es vuestro caso, o simplemente queréis que vuestros hijos disfruten un poco más de una noche ultratumba, os traemos una receta de pastel ideal para la ocasión.

El tutorial no es una receta al uso. Tan solo nos enseña cómo hacer, de forma más o menos fácil, un bizcocho con forma de cerebro. Nos detalla los pasos más importantes y deja un poco de libertad creativa a la hora de llevar a cabo el conjunto.

Enseguida os daréis cuenta de que el realismo que se alcanza a la hora de preparar este postre es tal, que a lo mejor no os resulta del todo apetecible.

En primer lugar debemos hacer un bizcocho Red Velvet, siguiendo cualquier receta que encontréis por internet y tallarlo tal y como vemos en la foto. Recomendamos cocinarlo en un recipiente esférico, así nos ahorraremos tiempo de modelado.

Una vez moldeado lo regamos con sirope. Así lo mantendremos húmedo y en óptimas condiciones.

Modela la pasta fondant en tiras que deberás ir pegando como en el ejemplo. Con poco esfuerzo, el resultado puede ser increíble.

No te dejes ningún hueco sin rellenar y pon especial atención en la línea que separa los 2 hemisferios cerebrales.

Ahora dale una capa de mermelada de frambuesa sin miedo y en abundancia.

El aspecto no puede ser más ¿delicioso?

Bien, ya puedes invitar a tus amigos no-muertos a disfrutar de este delicioso pastel.

Por supuesto, no son necesarios cubiertos ni platos. Todo zombi que se precie come siempre con las manos.

Menuda pinta tiene tiene desde luego el pastel. Diría que se encuentra a caballo entre lo sabroso y lo repugnante. A continuación podréis ver todo el proceso en vídeo, para que os hagáis una idea más aproximada.

Fuente: BoredPanda

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