Mientras que la juventud de la actualidad persigue la aventura -por lo menos, un gran porcentaje-, otros optan por algo más seguro y estable, sin embargo, nada es menos válido, son sueños o metas diferentes que están en medio de un mundo lleno de incertidumbre.
Existe una creencia que los jóvenes prefieren viajar y salir para conocerse así mismos que comprar una casa o un coche a su nombre, pero entre la generalización de esta idea se encuentra una gran verdad: es muy díficil ser dueño de algo sin adquirir deudas.
Joel Weber era un joven universitario originario de Texas, Estados Unidos y durante sus años de estudiante vivió una situación complicada en donde buscó por mucho tiempo un lugar para vivir, sin muchas opciones y con un presupuesto reducido, una idea atravesó por su mente.
Con mucho ingenio y optimismo, el joven decidió construir su propio hogar. Gracias a los desechos de un material de construcción de su propia escuela, Joel decidió aventurarse y fabricar una tiny home.
El costo total de todo fue de 15 mil dólares, que si bien es una fuerte cantidad de dinero, se trata de una sola inversión en la vida, mientras que si hubiera querido seguir con la idea de rentar o comprar una casa, lo desembolsado sería mucho más.
Inspirada en un momento de la vida adulta de un joven estudiante, la casa de solo 14 metros cuadrados es un espacio de sostenibilidad. Además de tomar muchos detalles de las viviendas de América Central.
Con acabados rústicos y llena de acogedores detalles con la madera como protagonista en muros y accesorios, la pequeña casa sorprendió hasta al más incrédulo.
Quiso dejar techos altos para dar mayor amplitud al espacio, además de que decidió dejar su habitación en la parte de arriba que funciona como un loft.
Quienes se enterarons de su proyecto decidieron solidarizarse con su genial idea e incluso le regalaron parte de la madera que utilizó.
Además de las piezas decorativas y un ambiente relajado, Joel declaró que cuando hizo su casa lo hizo pensando en él, en sus amigos y en su familia.