El corto sobre un anciano con Alzheimer que pensaba que los aplausos de las 8 eran para él

Publicado 6 julio, 2020 por Javier Escribano
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El confinamiento por el estado de alarma nos ha dejado algunas historias y recuerdos muy hermosos, que brillan como estrellas ente tanta oscuridad. Una de esas es la historia de Hermann Schreiber, un octogenario alemán con alzheimer afincado en Vigo.

Una historia basada en un hecho real

A pesar de su enfermedad, que poco a poco le hizo olvidar el castellano, su segunda lengua (tras haber pasado toda su vida junto a su esposa Teresa antes de sufrir ella misma la enfermedad), Hermann nunca olvidó a tocar la armónica. El modesto instrumento ha sido su compañero durante toda su vida, desde que aprendió a tocar de forma autodidacta cuando tenía 5 años.

Con el confinamiento también comenzaron los aplausos cada tarde, a las 20:00, por los sanitarios y trabajadores esenciales que consiguieron sacarnos de la crisis del coronavirus. Y cada tarde, Hermann salía a la ventana a tocar la armónica. Su cuidadora, Tamara Sayar, le hizo creer que los aplausos eran para él, lo que motivó al anciano a seguir tocando cada día, incluso cuando los aplausos hace mucho que terminaron.

La inspiración para un emotivo corto durante la pandemia

Esta historia, que apareció en muchos medios, marcó al director Jordi García. Tanto que no pudo dormir, y casi de madrugada se puso a escribir un guión de cortometraje que compartió con su equipo del estudio 23lunes. A todos les entusiasmó:

A pesar de las dificultades de trabajar en casa, el corto estuvo listo en menos de tres meses. Muestra a Hermann preparando un gran concierto con su violín en un gran auditorio… que se revela que es el vecindario.

«Fue una mentira piadosa, pero poco a poco se fue convirtiendo en una realidad que a él le animó mucho, porque estaba un poco apagado antes del confinamiento», cuenta su cuidadora en ABC. Ya no se oyen aplausos, pero Hermann sigue tocando al lado de la ventana, «como un acto íntimo que hace para sí mismo».

Angee Marcazzan, productora el corto, agradece también a García, el director del corto, que apostase por el trabajo en un tiempo de incertidumbre. «Apostó por el arte para intentar evitar el erte«.

El Alzheimer, una enfermedad sobre la que contar muchas historias

Cada caso de Alzheimer podría dar pie al guión de una película, una enfermedad que priva del «yo» más innato a quien la padece, mientras que sus familiares ven con tristeza y frustración cómo se pierde en el horizonte la barca de la memoria.

Os dejamos con otra de esas historias, el pintor con Alzheimer que pintó su propia enfermedad:

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