A lo largo de la historia, el ser humano ha demostrado sobradamente su pericia para crear todo tipo de objetos. De hecho, si echamos la vista atrás, descubriremos utensilios que, a día de hoy, consideraríamos absurdos. También hay quienes han sabido reinventarse y optimizar cosas que ya conocíamos.
Y es que todavía hay objetos que, por más vueltas que le demos, no somos capaces de discernir para qué fueron creados. Hoy venimos a mostraros precisamente una tanda de esta índole. Intentad adivinar qué son, antes de conocer la respuesta. Lo que prima es darle un poco al coco e intentar descubrirlos en familia. Es más, los adultos pueden hacer de maestros con los más pequeños de la casa, ya que hay cosas de nuestro pasado que nunca llegarán a conocer.
Dicho esto, os dejamos con la lista en cuestión. No hagáis trampa e intentad adivinar qué son y para qué sirven los siguientes objetos. Comencemos:
Obviamente no es una maleta, sino un estuche para guardar un extraño instrumento de viento metal, perteneciente a la familia de la trompa
Se trata de unos soportes para palillos asiáticos elaborados con bambú y piedrecitas para que no se vuelen. El estuche incluye 5 piezas, ya que el número 4 en Japón trae mala suerte.
Efectivamente, se trata de una antigua prensa remachadora para botones y ojales.
Se trata de una trampa para capturar peces pequeños en los ríos.
Lo creáis o no, se trata de un antiguo marcador utilizado en un antiguo juego de naipes de origen francés llamado Whist.
Se trata de un mueble antiguo que puede parecer una cómoda, pero que, gracias a esas piezas extensibles, puede convertirse en un escritorio.
Estos objetos son morillos, un utensilio que se utiliza en las chimeneas para que los troncos no se rueden. Antiguamente se realizaban de forma ornamental, con motivos de animales e incluso seres mitológicos.
Sin embargo, hoy es más común encontrar morillos más básicos.
Como curiosidad, en inglés se les conoce como «andiron» o «firedog». Es por ello que muchos morillos de origen inglés tienen formas de perros.
Se trata de una sustancia llamada mycoderma acetique, comúnmente conocida como madre del vinagre. es una sustancia compuesta por una forma de celulosa y las bacterias del ácido acético, que se desarrollan en la fermentación de líquidos alcohólicos. A veces podemos encontrarla en los vinagres comerciales, si contienen un poco de azúcar sin fermentar y/o alcohol, aunque no es perjudicial ni merece descartarlo por ello.
Se trata de un soporte para colocar servilletas de seda, que la nobleza de siglos pasados usaban en el wc, en lugar del típico papel higiénico.
Se trata de un derma roller, un utensilio que se pasa por la cara para generar una mayor producción de colágeno. Está compuesto de cientos de microagujas y, aunque pueda parecer espeluznante, su uso cada vez es más común.
Se trata de un cojín para que el usuario apoye la frente mientras está haciendo uso del urinario. Aunque la idea es buena, no creo que sea muy higiénico que digamos.
Se trata de un antiguo, pero eficaz, cortador de verduras y vegetales.
Rudimentario sí, pero se convirtió en la protección de los soldados alemanes que utilizaron por primera vez un lanzallamas, durante la I Guerra Mundial.
Se trata de un Jenny Haniver, una figura hecha de restos y huesos de mantas y rayas. Hace tiempo, los marineros de Amberes las creaban como pasatiempo, para luego alegar de que se trataban de demonios marinos.
En realidad es una llave de Garengeot, un instrumento utilizado a finales del s. XIX y principios del XX para extraer piezas dentales. No solo era peligroso, sino bárbaro.
Lo que tiene entre sus manos es un Urumi, una antigua arma compuesta de varios látigos y espadas. Aún hoy son muy populares en un estilo de artes marciales conocido como Kalaripayattu.
Se trata de un antiguo artilugio (en inglés recibe el nombre de Fleam) utilizado en la medicina de los siglos XVII y XVIII, para el famoso sangrado médico.
Al parecer, estas tumbas enjauladas se pusieron muy de moda en el s. XIX para evitar el expolio de cadáveres.
Michael D. Bailey, autor del Diccionario Histórico de Brujería, escribió que las mujeres acusadas de brujería durante la Edad Media a veces eran obligadas a sentarse en estos incómodas sillas, las cuales a veces también se calentaban para el juicio.
Se trata del antecesor del PET, utilizado para conseguir imágenes de la actividad cerebral.
En realidad es un escarificador para la sangría médica, muy usado en el siglo XVIII. El artilugio lleva un resorte que hacía salir unas cuchillas, las cuales eran usadas para hacer cortes uniformes a los pacientes.
¿Y bien? ¿Cuántos habéis acertado? ¿Había algunos realmente difíciles eh? Bueno, pasad el reto a vuestros conocidos y comparad resultados.