Crear un dibujo, incluso si es uno sencillo, sin levantar el lápiz es harto complicado. La técnica requiere imaginar el motivo como un todo, prediciendo las formas y trazos que serán necesarios para diseñarlo.
Muchos artistas de la historia lo han intentando, siendo Picasso uno de los más representativos. Casi como un desafío personal, el pintor malagueño ponía a prueba su pericia con su ya famosa serie de bocetos de animales.
Si quieres indicarte en este arte, debes saber que no existe un segundo trazo, no hay vuelta atrás ni posibilidad de hacer trampa. No hay lugar para el error, si no se consigue, se arruga la hoja y se vuelve a empezar.
Ahora que sabes esto, entenderás el mérito que tiene no poder tirar la hoja, al crear estos dibujos directamente sobre la piel.
El artista del tatuaje germano-iraní Mo Genji, se ha inspirado en esta técnica para crear sus extraordinariamente sencillas e impactantes creaciones.
La simplicidad del dibujo de una sola linea sobre la piel, otorga un valor especial al tatuaje, pues no es solo el diseño el que prevalece, sino también la técnica y el mérito del tatuador.
Sigue la linea de principio a fin, y descubre la belleza de los tatuajes de un solo trazo.
Por último, cuando te enfrentes a tu creación, piensa que no es una hoja de papel, sino tu piel y que no podrás deshacerte de ella. ¿Ves el mérito ahora?
Fuente: BoredPanda.com