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Dejó su trabajo para construir casas sostenibles de bambú en Bali

Nuestra protagonista de hoy dejó su vida dentro del mundo de la moda en Nueva York, para forjarse un futuro como constructora de casas de bambú en Indonesia. Actualmente, Elora Hardy y su equipo llevan 5 años trabajando y revolucionando el terreno de la construcción con este material, ya que se trata de un recurso completamente renovable y poco usado.

Hardy afirma que se inspiró en su padre para llevar a cabo este proyecto, quien «utilizó bambú para todos los edificios del campus, ya que le parecía muy prometedor», según declaraba en una de sus charlas para TED -siglas de la organización sin ánimo de lucro dedicada a las ideas dignas de difundir, cuyas siglas significan Tecnología, Entretenimiento y Diseño-. «Es una promesa para los niños, un material sostenible que no se va a acabar. La primera vez que vi estas estructuras hace 6 años, pensé: ¿por qué no se nos ha ocurrido esto antes, y qué podemos hacer después?».

Admirar el maravilloso resultado que se puede conseguir con algo que parecía ser tan simple:

El bambú es el miembro con más variedades dentro de la familia de las gramíneas y al que se le pueden dar cientos de usos. Puede ser presionado, aplastado, moldeado, cortado en rodajas, quemado o tallado y se utiliza para hacer papel, casas, instrumentos musicales; sus hojas como alimento para el ganado; sus brotes son muy populares en la cocina asiática.

En definitiva, el bambú crea puestos de trabajo para millones de personas en las industrias artesanales de todo el mundo.

El bambú es uno de los materiales de construcción más fuertes que existen. De hecho, algunas especies pueden llegar a ser tan resistentes como el hormigón y ser tan ligeras como el acero.

Ciertos tipos de bambú resisten hasta 23.500 kg de presión por pulgada cuadrada, debido en parte a su forma de tubo hueco que hace que su resistencia sea dos veces más fuerte que la de una viga de madera maciza.

Hardy utiliza boro, que se produce de forma natural, para tratar el bambú y hacer que los insectos no puedan digerirlo.

Además se trata de un material muy flexible, lo que permite a muchas estructuras soportar vientos huracanados de hasta de 270 km/h. Por eso, muchas edificaciones de bambú han conseguido perdurar cientos de años. Además, y quizá lo más importante de todo, es que no contamina el medio ambiente, como estas fabulosas cabañas ecológicas para estudiantes.

Sus principales debilidades son la humedad y los daños sufridos por insectos, pero si se tratan correctamente, las estructuras de bambú pueden durar toda una vida.

Fuente: boredpanda

Este artículo fue modificado el 21 febrero, 2019 11:22 am

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