Ha pasado una semana desde que la torre de apartamentos Grenfell ardiera en Londres y la cifra de fallecidos asciende ya a 79. Lamentable, la cifra de desaparecidos nos hacen presagiar que se superarán las 100 víctimas mortales.
Toca ahora depurar responsabilidades y revisar los protocolos de emergencia para que no vuelva a repetirse. Según las investigaciones, la rápida propagación del fuego a través de la fachada del edificio y la gran confusión reinante entre los servicios de emergencia pudieron ser claves.
Tras percatarse del fuego, Natasha llamó a los servicios de emergencia que le indicaron que debía permanecer en su apartamento a la espera de los bomberos junto a su hija de 6 años y su novio.
«La temperatura subía y no sabíamos que hacer», explica Natasha en Dailymail.co
Tras 90 minutos de encierro, recibieron una llamada de los servicios de emergencia ordenándoles salir de casa.
«Dejé que el baño se inundara, mojé paredes y el suelo. No paramos de mojarlo todo y puede que eso nos salvara la vida».
«La puerta estaba muy caliente y la pintura de las paredes burbujeaba. Los muros se agrietaban y estábamos aterrorizados. Entonces oímos voces y llegaron los bomberos».
Fue una suerte que fueran rescatados a tiempo, ya que, a pesar de que inundar el baño les permitió ganar algo de tiempo, las temperaturas fueron tan altas que las cañerías se deshicieron y el suministro de agua se cortó. Otras personas no tuvieron tanta suerte, esperemos que pronto se esclarezcan todos los detalles de este caso y se tomen las medidas pertinentes para que nunca vuelven a repetirse.
Este artículo fue modificado el 7 enero, 2019 5:11 pm