Antes de comenzar a narraros la emotiva historia de Bean, simplemente recordaros que hay cientos de miles de gatitos como ella esperando la oportunidad de vivir en el seno de una familia que le brinde todo el amor que necesitan. Eso sí, siempre de forma responsable y no como un simple capricho pasajero. ¡La recompensa está más que asegurada, creedme!
Dicho esto, hoy nos centraremos en Bean, una gata que fue ignorada en el refugio donde vivía porque muchos la tildaban de «fea». De hecho, los voluntarios y responsables del refugio no podían creer que alguien hubiera llamado interesándose por ella. Pero no quiero adelantarme a los acontecimientos…
«Nadie se había interesado por ella y decían que era fea». Bean era constantemente ignorada en el refugio
Una noche, Francisca Franken estaba navegando por la web del refugio de animales de su localidad, cuando se encontró con un gato inusual. Franken vio algo distinto en la cara de aquella gata. Su gesto malhumorado y ojos tristes finalizaron abruptamente con la búsqueda. ¡Fue amor a primera vista!
«Vi su foto y me enamoré al instante«, contó Franken a The Dodo. «Bueno, al principio me reí porque las fotos eran muy divertidas y nunca antes había visto un gato así«, confiesa.
Inmediatamente escribió al refugio para ver si el gato todavía estaba disponible. Mientras esperaba una respuesta, estaba tan nerviosa que aquella noche no pudo pegar ojo. Sin embargo, cuando el refugio le devolvió la llamada, lo primero que manifestaron es que no podían creer que ella quisiera realmente a Bean.
«Recibí la llamada de una amiga del refugio que me preguntó si Bean era realmente el gato que quería adoptar ya que, aparentemente, hasta ese momento nadie se había interesado por en ella«, explica Franken.
Amor a primera vista
Antes de llegar al refugio, Bean vivía en la calle, concretamente en un parque para caravanas. La pobre sufría una infección de ojos y otras dolencias, como no haber conocido el amor por un hogar. Pero Franken estaba plenamente decidida a cambiar aquello.
«Una mujer me llevó a su habitación y lo que vi fue mucho más hermoso de lo que jamás hubiera podido imaginar«, comenta Franken. «Bean era (y es) diminuta y pequeña, sus patitas son regordetas, su cola corta y la cara más plana que jamás he visto en un gato. No pude contener las lágrimas, porque me sentía muy abrumada. No era, en absoluto, lo que había imaginado. ¡Era mucho mejor!«.
«Mucha de la gente que la vio en el refugio dijo que era fea, pero creo que es la chica más perfecta de todas«, agregó emocionada.
Franken inmediatamente llevó a Bean a casa y la gata se aseguró de que su nueva mamá entendiera lo agradecida que estaba.
«Al principio, era mucho más tierna y se aferraba a mí dondequiera que fuera«, recuerda Franken. «Creo que luego se dio cuenta de que no necesitaba ‘fingir’ y que nunca la dejaría sola de nuevo. Entonces empezó a mostrarme su lado más atrevido, pero me encantó porque dejó que sus verdaderos colores brillaran«.
Ahora Bean duerme en la cama con Franken todas las noches y siempre tiene la necesidad de estar en la misma habitación que ella. Además de por su mamá, Bean siente una profunda debilidad por las aceitunas. Siempre que huele aceitunas o salmuera de aceitunas, ¡se vuelve loca!
Pero satisfacer la obsesión de Bean por las aceitunas es lo mínimo que Franken siente que puede hacer, considerando todo lo que Bean ha hecho por ella.
«Bean me ha ayudado a superar tiempos difíciles y no puedo expresar con palabras cuánto la amo«, dijo Franken. «Ella lo es todo para mí y se merece todo el amor del mundo, después de haber pasado por momentos tan difíciles hasta llegar a mí«, finaliza.
Si os habéis enamorado de Bean tanto como nosotros, recordad que podéis seguir todas sus aventuras a través de su cuenta de Instagram.
