El siglo XX marcó la aparición de deportes especializados y competitivos, así como el surgimiento de la industria del «fitness» bien organizada. Al menos lo suficiente como para representar los cimientos de la que conocemos actualmente.
Gran parte de ese logro se lo debemos al profesor Edmond Desbonnet. Este puso de moda el ejercicio físico y el entrenamiento de fuerza a través de la publicación de revistas de ejercicios y abriendo una cadena de clubes de ejercicio, eso sí, no aptos para todos los bolsillos. Esto sentó una base sólida para la cultura física en Europa, pero también para la «aptitud física» como industria. Sus gimnasios eran frecuentados por la clase alta de la sociedad francesa y europea antes de la IGM. Tras la guerra, la clase trabajadora también comenzó a tener acceso a este movimiento.
Otro de los precursores fue Bernarr Macfadden, quien destacó como un gurú de la cultura física estadounidense y un defensor de la vida saludable. Además, Macfadden montó un imperio editorial dedicado enteramente a la condición física y a un estilo de vida saludable.
Así pues, no es de extrañar que algunos de los trasatlánticos más famosos del mundo incluyeran gimnasios en sus instalaciones recreativas:
El gimnasio del Titanic es el más famoso y representativo de los gimnasios de hace 100 años
Gimnasio de primera clase a bordo del Titanic. Marzo de 1912. Popperfoto / Universal Images Group / Getty Images
El gimnasio del Titanic estaba justo detrás de la gran escalera delantera, a lo largo del lado de estribor de la cubierta del barco. Era una habitación bien iluminada, con paneles de roble pintados de blanco y suelo embaldosado.
Pasajeros usando las bicicletas del Titanic. 1912. Popperfoto / Universal Images Group / Getty Images
La sala estaba equipada con equipos de ejercicio de última generación fabricados en Wiesbaden, incluidos dos camellos eléctricos, un caballo eléctrico, una máquina de remo, un saco de boxeo, una máquina de levantamiento de pesas y bicicletas mecánicas.
Gimnasio del Titanic, 1912. Popperfoto / Universal Images Group / Getty Images
Otros trasatlánticos famosos también incluyeron gimnasio
Pasajeros ejercitando en el Franconia en 1911. Popperfoto / Universal Images Group / Getty Images
Como sabréis, los transatlánticos estaban divididos por clases económicas y, para los pasajeros de primera clase, la vida en uno de estos barcos era de ensueño. Normalmente, eran estos últimos los que gozaban del privilegio de utilizar el gimnasio, con un horario establecido para hombres, mujeres y niños.
Pasajeros ejercitando en el crucero Cunard Franconia, destruido por un submarino en 1916. Popperfoto / Universal Images Group / Getty Images
Dos mujeres que usan las bicicletas en el gimnasio a bordo del Homeric Liner. 1922. Popperfoto / Universal Images Group / Getty Images
Con los mejores menús y oportunidades limitadas para caminar, era necesario algún método de ejercicio. Por ello, los grandes cruceros y trasatlánticos solían incluir gimnasios para que sus pasajeros pudieran ejercitar.
Mujer usando el caballo eléctrico en el SS Bermuda. Mediados de 1920. Popperfoto / Universal Images Group / Getty Images
Gimnasio trasatlántico Victoria en 1930. Popperfoto / Universal Images Group / Getty Images
Gimnasio del Neptunia en 1930. Popperfoto / Universal Images Group / Getty Images
Mujer ejercitando en el gimnasio del trasatlántico SS Bremen, 1930. Popperfoto / Universal Images Group / Getty Images
Gimnasio trasatlántico Victoria en 1930. Popperfoto / Universal Images Group / Getty Images
El gimnasio de primera clase en el Liner Vulcania. 1930. Popperfoto / Universal Images Group / Getty Images
Pasajeros del Duquesa de Bedford ejercitando en el gimnasio. Diciembre de 1931. Popperfoto / Universal Images Group / Getty Images
Instalando dos bicicletas estáticas en el Queen Mary, en 1932. Popperfoto / Universal Images Group / Getty Images
Máquina de montar en el gimnasio del trasatlántico Duquesa de Bedford. 1931. Popperfoto / Universal Images Group / Getty Images
El rápido avance de la cultura del fitness
Máquina para ejercitar brazos. Flickr / Tekniska museet
Como comentábamos al principio, Desbonnet y Macfadden pueden ser vistos como los precursores de la industria de la salud y la forma física tal como la conocemos hoy.
Máquina elíptica. Flickr / Tekniska museet
Cinta de correr, años 30. Fuente: Fred Morley / Fox Photos / Getty Images
Cinta vibratoria, años 40. Fuente: Good Mythical Morning via YouTube
Rodillos de masaje, años 40. Fuente: Vintage Fashions via YouTube
Actualmente vivimos en una era marcada por la aptitud física como negocio y sus muchas modas, con un enfoque actual basado en la estética y el culturismo, la utilización de máquinas para ejercitar cada vez más sofisticadas en gimnasios, equipos para el hogar, revistas, libros, DVD’s, e incluso, ahora, la aparición de ejercicios basados en tecnología con numerosas aplicaciones de acondicionamiento físico.
A lo largo de un siglo, y como habréis podido ver en las fotos, la evolución de los gimnasios y la cultura física ha sido bestial. ¿Hasta dónde creéis que llegará?