Una granja británica termina siendo un parque en el que los animales mandan

Publicado 6 noviembre, 2020 por Alberto Díaz - Pinto
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En el sur de Inglaterra, una finca agrícola con un castillo del siglo XIX estaba pasando por grandes apuros económicos. Sin embargo, el paso de una agricultura convencional a la conservación de la biodiversidad le ha dado a esta antigua casa solariega una nueva vida.

En 2001, Charlie Burrell e Isabella Tree, los propietarios de Knepp Estate, a unas 66 millas al sur de Londres en West Sussex, decidieron transformar su granja reconstruyéndola por completo.

La granja británica convencional que se convirtió en un parque para la biodiversidad

La finca, de 1.500 hectáreas y que incluye un castillo del s. XIX, pertenece a la familia Burrell desde hace más de 200 años. Burrell heredó la finca Knepp en 1985, a la edad de 21 años. Por aquel entonces era una granja convencional que producía productos lácteos y que, además, contaba con campos de cultivo de maíz, trigo, cebada y avena.

Sin embargo, tras 17 años de agricultura convencional, Burrell y su esposa, Isabella Tree, decidieron apostar por la reconversión por el bien de su familia.

Por ejemplo, parte del proceso en Knepp implicó el colapso de una vía fluvial canalizada, para crear un entorno de humedal más natural, o la eliminación de vallas, para permitir que los animales deambularan libremente.

Casi dos décadas después de que comenzara la reconstrucción en Knepp, el paisaje ha pasado de ser un puñado de campos ordenados en mosaico, a un mar de matorrales enmarañados, pastos escarpados y vías fluviales serpenteantes, que proporcionan un hábitat rico para las aves y densos pastos para los grandes herbívoros.

Sin embargo, algunos de los grandes mamíferos de la finca deben ser sacrificados para mantener el equilibrio sostenible del lugar. Esto también proporciona una fuente de carne y, por tanto, una fuente de ingresos para la finca. También lo son las visitas guiadas, las cuales cosechan importantes beneficios.

Su cambio fue realmente radical, pero también exitoso. De hecho, Knepp Estate se ha convertido en uno de los proyectos de reconstrucción más grandes y prósperos de la historia de Gran Bretaña.

Un paraíso para cientos de especies

En la finca cohabitan multitud de especies, como ciervos,  ponis como el Exmoor, pariente lejano del tarpan (un caballo salvaje que era común en Europa en tiempos prehistóricos), cerdos de Tamworth, vacas, zorros, así como una gran variedad de especies de aves.

Y es que Knepp ha atraído a muchas especies de aves raras. De hecho, el gran número que habita en la zona crea una cacofonía de sonido, constante durante los meses de primavera y verano.

Las poblaciones de tórtolas en el Reino Unido han disminuido hasta en un 98% en las últimas décadas, pero estas aves han encontrado un refugio en las copas de los árboles de Knepp, donde los números están aumentando.

Del mismo modo, este verano, por ejemplo, nacieron allí polluelos de cigüeña blanca, la primera vez que esta ave nace en el Reino Unido en cientos de años.

En Knepp también conviven las cinco especies de búhos del Reino Unido, así como una importante población de buitres, que se deleitan con los pequeños mamíferos e insectos que prosperan en la finca.

Ingenieros del ecosistema

Los grandes mamíferos, incluidos los cerdos de Tamworth, actúan como «ingenieros del ecosistema» para ayudar a restaurar la biodiversidad. Por ejemplo, cuando los cerdos hurgan en el barro con sus hocicos, ayudan a crear hábitats para otros animales.

Las vacas, por su parte, pueden llevar más de 200 tipos diferentes de semillas en su pelaje, pezuñas y estiércol. Esto ayuda a distribuir los nutrientes y las plantas por toda la finca, creando un «paisaje caleidoscópico», dice Burrell.

De hecho, el mosaico de hábitats creado por los grandes animales ha resultado en una explosión de vida, incluidas muchas especies de insectos. Los polinizadores también han poblado la finca, siendo también una fuente importante de alimento para las aves.

Otros depredadores, como los zorros, ayudan a equilibrar el ecosistema comiendo una dieta amplia de roedores, conejos, pájaros, ranas e insectos, así como bayas y frutas.

¡Desde aquí aplaudimos las medidas que tratan de preservar la biodiversidad! Si necesitáis más información sobre el lugar, así como conocer la disponibilidad de acampadas y safaris, podéis acceder a su página web pinchando aquí.

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