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Por qué no podemos hacernos cosquillas y 7 curiosas preguntas a las reacciones de nuestro cuerpo

Seguramente os lo habréis preguntado infinidad de veces: ¿Por qué a veces nuestro cuerpo reacciona de forma tan extraña?. Estornudos, piel de gallina, escalofríos, cosquillas y así hasta una gran multitud de reacciones que, pese a que nos parecen normales, la ciencia a tardado bastante en contestar.

Hoy venimos de la mano de la ciencia para dar respuesta a todas estas preguntas. Comencemos:

Por qué se nos pone la piel de gallina

Lo que conocemos vulgarmente como «ponerse la piel de gallina» también recibe el nombre de piloerección, aunque en términos médicos también se llama cutis anserina. Se trata de una contracción involuntaria de los músculos erectores del pelo, conocidos como arrector pili, que provocan que el vello se erice y la piel adopte ese aspecto tan característico con pequeñas protuberancias.

La piloerección es un fenómeno fisiológico involuntario que se desencadena por activación del sistema nervioso simpático, cuando sentimos frío o algún tipo de emoción intensa. En los seres humanos, por ejemplo, lo notamos sobre todo en los antebrazos, pero también es algo que ocurre en piernas, cuello y otras zonas, como la cara o la cabeza.

Por qué sentimos escalofríos

Para entenderlo, primero debemos saber qué es exactamente un escalofrío. Se trata de una respuesta fisiológica del cuerpo a una sensación de frío. Por ello, se suele asociar también con la piel de gallina.

Los escalofríos están motivados por las rápidas relajaciones y contracciones de los músculos y como una forma de generar calor cuando el cuerpo siente que hace frío. Es por eso que también puede ser un signo de padecer alguna enfermedad infecciosa asociada con la fiebre.

Los expertos han descubierto que en algunas poblaciones de Siberia presentan adaptaciones genéticas al frío que les ayudan a que la grasa genere calor sin necesidad de tiritar.

Por qué cerramos los ojos al estornudar

¿No podemos evitar cerrar los ojos durante un estornudo? Según los expertos, es posible, aunque difícil, mantener los ojos abiertos durante un estornudo.

El hecho de que sea posible estornudar con los ojos abiertos sugiere que no está programado ni es obligatorio. Sin embargo, aunque no está del todo claro por qué parpadeamos al estornudar, los expertos creen que se trate de un mecanismo protector.

Así pues, parece que el reflejo de cerrar los ojos tiene un objetivo: cuando el aire va desde los pulmones hasta la nariz puede aumentar la presión ocular y desplazar un poco los ojos haciéndoles daño. También es posible que los gérmenes contenidos en la saliva que sale disparada por la boca toquen el globo ocular y produzcan una infección.

Por qué se nos arrugan los dados al mojarnos

Los científicos creen que los dedos arrugados mejoran nuestro agarre en objetos mojados o sumergidos, trabajando para canalizar el agua como las huellas de lluvia en los neumáticos de los automóviles.

Por qué no podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos

Un estudio muy revelador del que se hizo eco BBC News, concluyó que cuando movemos nuestras extremidades, el cerebelo produce predicciones precisas de los movimientos de nuestro cuerpo, y luego envía una segunda señal que extingue la actividad de la corteza somatosensorial, donde se procesan las sensaciones táctiles.

Por ello, cuando nos hacemos cosquillas a nosotros mismos, no sentimos las sensaciones con la misma intensidad que si nos las hace otra persona.

Por qué nos moquea la nariz al comer comida picante

Los responsables son la capsaicina y el isotiocianato de alilo, dos sustancias químicas que se encuentran en los alimentos picantes. Al parecer, al ingerirlas, estas sustancias irritan las membranas de mucosa de la nariz, haciendo que produzcan más secreción nasal a modo de mecanismo de defensa. Esto es para prevenir que posibles alérgenos, el polvo en el aire y otros indeseables alcancen el sistema respiratorio.

Por qué sentimos cosquillas

Si te ríes hasta llorar cuando alguien toca un área sensible de tu cuerpo, tienes cosquillas. Algunas personas son tan delicadas que se ríen o se estremecen ante el menor contacto o ante la expectativa de que les hagan cosquillas. Otros, sin embargo, ni sonríen.

Existen un par de pensamientos en cuanto a hacer cosquillas a alquien. Una teoría es que tener cosquillas evolucionó como un mecanismo de defensa para proteger las áreas vulnerables del cuerpo y mostrar sumisión. Otra teoría es que las cosquillas fomentan los lazos sociales.

Los científicos afirman que cuando nos hacen cosquillas se estimula el hipotálamo, el área del cerebro encargada de las reacciones emocionales y sus respuestas de lucha, huida y dolor. De este modo, es posible que nos riamos sin divertirnos, ya que estamos teniendo una respuesta emocional autónoma. De hecho, los movimientos corporales de alguien a quien se le hacen cosquillas, a menudo imitan los de alguien que sufre un dolor intenso.

Por qué nos ponemos colorados

Resulta que esta reacción de coloración de las mejillas es una respuesta emocional ante situaciones de vergüenza, culpa, ansiedad, nerviosismo, amor o modestia.

La biología del rubor funciona así: las venas de la cara se dilatan, lo que hace que fluya más sangre hacia las mejillas, de ahí el color rosado.

Si el enrojecimiento continúa por un período prolongado después del momento de rubor, entonces puede corresponder a un síntoma indicativo de rosácea. El rubor puede ser también una manifestación de la enfermedad de Wernicke.

Si os ha gustado el artículo, pero necesitáis seguir dando respuesta a grandes incógnitas de nuestro cuerpo, no os perdáis esto.

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