Joven asiste a su graduación montado en el caballo que lo llevaba todos los días a la escuela

El equino de nombre Tormento, acompañó a Imer a recibir su diploma en el importante evento académico.

Concluir los estudios es un logro que debe celebrarse en grande y las graduaciones son el espacio destinado para que esto suceda. Ahí se reconoce el esfuerzo de los estudiantes así como de sus padres, y por qué no, de las mascotas.

Imer Hafeth Baldovino Quevedo es un joven de 17 años que se acaba de graduar de bachillerato y decidió recoger su diploma montado en un caballo. El hecho ocurrió en la Institución Educativa San José de Majagua en Sucre, un municipio al norte de Colombia y sin duda sorprendió a todos los asistentes.

Durante el acto académico, Imer cruzó el recinto galopando y se acercó a la mesa principal para recibir su diploma de bachiller junto a Tormento. Este animalito fue pieza clave en los estudios del joven pues sin él, no habría podido terminar el curso.

De acuerdo con el medio local El Tiempo, durante más de un año y medio, Tormento fue el medio de transporte de Baldovino, quien debía ir a la escuela sobre el lomo del caballo. Esto debido al desbordamiento del Río Cauca y las constantes inundaciones que afectaban las regiones aledañas. Los caminos estaban llenos de agua y barro por lo que el animalito de 4 patas era la mejor opción para atravesar terrenos fangosos.

Además, se convirtieron en buenos amigos, por lo que al joven le pareció justo y necesario que el equino también estuviera presente en la graduación. Entonces, lo consultó con el cuerpo de profesores y el rector del colegio, quienes aprobaron la idea.

«Le dije a la profesora que quería ir en mi caballo porque es mi amigo fiel me acompañó todos los días en esos recorridos con inundaciones y ahora tenía también el derecho de ir a mi graduación» comentó Imer a El Tiempo.

Para el joven de 17 años no fue fácil porque además, tiene que trabajar.

Baldovino vive con su madre y sus abuelos en una pequeña finca de la jurisdicción de Majagual. Está rodeado de la naturaleza y aunque es un paisaje idílico, al igual que muchas regiones rurales, carece del apoyo de las autoridades para cubrir las necesidades de la región.

Viviana Baldovino, su madre, se gana la vida como estilista e Imer trabaja en una finca como vaquero. Ordeña vacas y cuida animales entre otras cosas propias del oficio. «Cuando llegaba del colegio comenzaba a trabajar y tenía además que estudiar. No era fácil, pero logré salir adelante«, dijo con orgullo.

El joven también cuenta que había veces en las que tardaba una hora para llegar a la escuela debido a las malas condiciones del terreno. Llegó a perder muchas clases y por lo general siempre llegaba tarde así que sus maestros lo reprendían. Pero a pesar de esto, Imer se esforzó muchísimo y con la ayuda de Tormento, finalmente pudo graduarse del bachillerato.

Ahora Imer quiere continuar sus estudios como ingeniero agrónomo. Sin embargo, no tiene los recursos suficientes para iniciar una carrera universitaria, por lo que le gustaría recibir un apoyo del gobierno. Por lo visto, nada podrá detener a este joven que sin importar el clima y las condiciones del lugar, fue a la escuela en caballo y logró llegar a la graduación galopando en su fiel amigo Tormento.