Es un hecho que las personas cambian en las distancias cortas. A veces, lo extraño siempre queda relegado a los detalles. Si descontextualizamos personas u objetos de sus escenarios habituales, probablemente nos asombremos de lo complejo y extraordinario que es el mundo. ¿Alguna vez te has quedado mirando fijamente a una persona durante diez minutos?
Es posible que lo más cercano a esta experiencia sea el contacto visual mantenido con tu pareja o un ser querido al juntar vuestros rostros antes de daros un beso apasionado. Claro que, en medio de esta escena probablemente cerréis los ojos para disfrutar aún más del momento, perdiendo el contacto visual. Imagínate observar fijamente los ojos de otra persona de forma constante. Un nuevo estudio científico promete resultados asombrosos en la percepción de la realidad, desde asombrosas visiones, pérdidas de memoria a capacidad de ver todo en blanco y negro. ¿No suena increíble?
Distorsiones de la realidad y alucinaciones
Giovanni Caputo, experto psicólogo italiano, agrupó a 20 adultos jóvenes en parejas para que llevaran a cabo el experimento y así anotar los resultados. Tan solo debían mirar fijamente los ojos de la otra persona durante 600 segundos en una habitación con una luz más o menos tenue. Evidentemente, deberían evitar reírse o mostrar cualquier signo expresivo en su rostro. Una vez terminada la prueba, los participantes rellenaron tres cuestionarios con preguntas relativas al estado de consciencia adquirido o los cambios registrados en la cara de su compañero.
El estudio, publicado en la revista Psychiatry Research, arrojó unos resultados más que sorprendentes: el 90% de ellos admitió haber notado rasgos faciales distorsionados, el 75% que habían visto un monstruo, la mitad corroboró haber visto patrones de su propia cara en la del contrario y el 15% que habían visto a un familiar. Caputo cree que las alucinaciones faciales son una especie de efecto rebote a medida que los participantes volvían “a la realidad”. A pesar de todo, admite que todavía es pronto para corroborar los resultados, ya que se trata de un estudio preliminar.
Otros estudios parecidos también muestran pruebas concluyentes de que, si te concentras y fijas la vista, pueden surgir cosas maravillosas. Por ejemplo, la famosa prueba de observar un punto determinado en un muro o el experimento todavía más popular relacionado con quedarte mirando durante unos minutos tu propio rostro frente a un espejo.
Viendo a «seres queridos» a través del espejo, o lo que nuestra mente nos hace pensar
En dicho estudio, publicado en la revista ‘Perception’ por el mismo autor, se constata que si te quedas mirando tu reflejo en el espejo tu apariencia puede cambiar y ser distorsionada, produciendo un desorden de identidad visual. Para llevarlo a cabo, debe hacerse mediante una metodología bien específica: tienes que colocar una lámpara de luz muy tenue detrás de ti y situarte a tan solo 40 centímetros frente al espejo.
“Después de diez minutos, las descripciones del sujeto sobre lo que ven difieren entre notables deformaciones del propio rostro (un 66%), la cara de un familiar ya fallecido o aún vivo con los rasgos modificados (un 18%), una persona desconocida (28%), una cara arquetípica, como por ejemplo de una mujer vieja, un niño o un ancestro (28%), o, incluso, de un animal como puede ser un gato, un cerdo o un león (18%)”, concluye Caputo en las conclusiones del estudio. Evidentemente, lo observado parece variar según pasan los minutos.
Este puede ser el principio en el que se basa la famosa historia de «la Verónica» en la que se veía «a otra persona» cuando te mirabas en un espejo con una vela la noche de los difuntos. Oscurantismo e historias paranormales aparte, siempre hay una base científica para todo.
¿Y tú? ¿Te atreves a probar esta clase de experimentos tan misteriosos? Cuéntanoslo en los comentarios
