Así que es la primera vez que miras el reloj en los últimos diez minutos. Son las dos de la madrugada y tienes que levantarte a las 7 para ir a trabajar. Lo has intentado todo y comienzas a desesperarte, incluso has implantado rutinas en tu día a día que está demostrado que fomentan el sueño y recurrido al desconocido poder de las plantas para que Morfeo se apiade de ti. Nada.
Primero, asegúrate de no abandonar la cama, no leas -a no ser que sea la peor novela que has empezado jamás- y apaga todas las luces. Estas recomendaciones pueden parecer demasiado obvias, pero muchos casos de insomnio son el resultado de una persona que empieza a mostrarse impaciente para quedarse dormido.
Una vez hayas suprimido todas las actividades «divertidas», he aquí unas cuantas cosas que puedes hacer para quedarte dormido:
Imagina una escena
Imagina que estas en un lugar familiar, moviéndote alrededor e intentando recordar cuánto podéis recordar con claridad. Si ves que esto te resulta demasiado fácil, prueba a imaginar una habitación completamente inventada para caminar a través de ella, escudriñando cada detalle. Ve pasando por diversas habitaciones hasta recrear tu propia mansión imaginaria.
Respiración
Concéntrate en tu respiración. Trata de disminuir conscientemente tu respiración a un número determinado de recuentos. Esto no solo hará que tu mente se mantenga ocupada contando, sino que te relaja físicamente, forzando al cuerpo al relajarse y haciendo que el ritmo cardíaco disminuya.
Autodiálogo
¿Quién dijo que los amigos imaginarios son solo cosa de niños? Invéntate un personaje y ten una conversación mental con él. Esto puede ayudar a canalizar el flujo de pensamientos, manteniéndote lejos de las distracciones o las tensiones que están manteniéndote despierto.
Estudio mental
Si eres estudiante o estás preparándote algún examen, utiliza tu insomnio para repasar la lección mentalmente. Comienza por alguna información aleatoria del tema, ya sea la anatomía del pie, las teorías aristotélicas o las causas del estallido de la Primera Guerra Mundial. Ahora vincula esta idea con otra dentro del tema. Con cada nueva idea, irás sumando eslabones hasta confeccionar una cadena. Sócrates podría conducir a Aristóteles, y este a su vez a Alejandro Magno.
Conciencia corporal
Una buena técnica de relajación es contraer y liberar todos los músculos principales del cuerpo. Comienza tensando los dedos de los pies durante unos segundos. Luego relájalos y pasa a estirar los del pie, y así hasta las piernas, brazos y el cuello. Esto puede ayudar a eliminar las tensiones corporales y hacer que te sientas más cómodo.
Revisión diaria
Disminuye tus inquietudes analizando tu día. ¿Qué logros has conseguido? ¿qué te gustaría mejorar? No hagas esto, si tu insomnio viene determinado por algo que ha ocurrido, pero puede ser un ejercicio útil si ha sido un día normal.
Visualiza una meta
Pasa tiempo en la cama pensando en tus objetivos. Si actualmente tienes problemas de dinero, pasa unos minutos pensando en cómo sería ser rico. Si estás buscando una nueva relación, imagina a la persona que deseas. Invierte tiempo en elaborar detalles.
Planifica con anticipación
Visualiza de principio a fin el día siguiente, en su versión más perfecta. Imagina despertar con energía y hacer todas las cosas que te has propuesto. Procura que te lleve unos 15 min., pues esto puede ayudar a calmar tu pensamiento mientras te preparas para un buen día.
¡Felices sueños!
