Como todos sabemos, las miradas internacionales están puestas en Reino Unido debido a la nueva cepa del SARS-CoV-2 encontrada en el país.
Mientras los británicos se encuentran sumidos en el caos por el repunte de contagios, el resto de países asumen las restricciones de movilidad que se mantendrán durante la campaña de vacunación que, en España, empezará el próximo 27 de diciembre.
Pero, ¿qué dicen los expertos sobre la nueva cepa y la mutación del virus? El primer ministro británico, Boris Johnson, y sus principales asesores han señalado que la nueva variante podría aumentar la transmisión de la COVID-19 hasta en un 70% y aumentar el número de reproducción R en 0,4.
¿Qué sabemos hasta ahora de la nueva cepa?
Conocida como VUI–202012/01 o linaje B.1.1.7, esta nueva variante fue detectada por primera vez el pasado 20 de septiembre. Sin embargo, no fue hasta el 14 de diciembre cuando todos conocimos por primera vez su existencia, tras la confirmación de las autoridades británicas pertinentes.
Una variante que, según los expertos, ha experimentado 14 mutaciones hasta la fecha. Se trata de un número relativamente grande de mutaciones en comparación con las muchas variantes del SARS-CoV-2 actualmente en circulación a nivel mundial.
Todo apunta a que esta variante está comenzando a dominar las versiones existentes del virus y que puede ser responsable de un número cada vez mayor de positivos, sobre todo en las regiones donde se están disparando los contagios.
Aunque es Reino Unido quien se encuentra en el ojo del huracán, también hay casos detectados en Dinamarca, Australia y Países Bajos.
¿Por qué es peor que la cepa actual de coronavirus?
Principalmente porque esta cepa se transmite más rápido. Al menos eso es lo que se cree. Pero, ¿por qué se vincula la cepa británica con una mayor capacidad de infección?
La principal causa es que ha coincidido con repunte acentuado de casos en el Reino Unido, sobre todo en Londres, sureste y este del país. No obstante, en otras zonas no se ha observado esta capacidad de transmisión. De ahí que se haya estimado de forma preliminar que puede tener una capacidad de infección de hasta el 70% con respecto a otras variantes. Según el Gobierno británico, hasta el 62% de los contagios podrían deberse a la nueva variante.
Además, esta cepa parece que está reemplazando rápidamente a otras versiones del Sars-Cov-2 y que algunas de sus mutaciones ya han demostrado que aumentan la capacidad del virus para infectar células.
Sin embargo, el director médico de Inglaterra y asesor del Gobierno británico Chris Whitty, afirma que aún no existe evidencia que altere la gravedad de la enfermedad, aunque se está trabajando para confirmarlo.
Qué medidas están tomando los distintos países
Buena parte de los países de la Unión Europea, entre ellos Alemania, Francia, Italia, Países Bajos, Irlanda, Austria o España, han cerrado sus fronteras a todos los viajeros procedentes de Reino Unido.
Después se sumaron países de Latinoamérica, como Argentina, Colombia, Chile o Perú, desde donde han suspendido todos los vuelos con Reino Unido.
Por su parte, México no ha anunciado hasta ahora cambios en los vuelos programados desde Reino Unido. De hecho de acuerdo con el sitio British Airways, nuestro país espera esta semana más de 40 vuelos desde Londres.
España y Portugal han acordado conjuntamente la suspensión desde hoy, día 22 de diciembre, de los vuelos procedentes del Reino Unido, aunque sí permitirá la entrada de ciudadanos españoles o residentes en España. También reforzará el control fronterizo en Gibraltar, según ha informado Moncloa.
¿Qué ocurrirá a partir de ahora?
Las principales preguntas son si esta nueva cepa del virus terminará propagándose y, por su puesto, si esta anulará la capacidad de las vacunas.
En cuanto a la primera pregunta, no tenemos respuesta, pero es cierto que, hasta ahora, las medidas tomadas por los gobiernos han surtido efecto, al menos en cuestiones de doblegar la curva y reducir contagios.
En cuanto a la vacuna, aún es pronto para saberlo, pero los expertos creen que su eficacia no se verá afectada significativamente por las mutaciones.
No obstante, también hay evidencias de que otras especies de coronavirus estacionales muestran capacidad para escapar de la inmunidad durante períodos de tiempo más largo.
Por ello, es muy probable que, llegado el momento, debamos actualizar nuestras vacunas para la COVID-19, del mismo modo que ocurre con la de la gripe estacional.
