Así es el rascacielos verde donde los inquilinos tienen una granja y productos frescos sin ir al supermercado

Publicado 17 diciembre, 2019 por Javier Escribano
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Los arquitectos Fei y Chris Precht, descontentos con su vida en el centro de Pekín, tomaron una drástica decisión con su vida que cambió también su concepción de la profesión. Hace cerca de tres años se mudaron a las montañas de Austria, donde cultivan su propia comida. Su experiencia les inspiró a diseñar La Granja (The Farmhouse), un rascacielos modular que tiene como objetivo despertar en los habitantes de la ciudad la vena agricultora, y así procurar un ciclo de la comida más sostenible con el medio ambiente. Así combaten, por ejemplo, la contaminación que supone el transporte de la comida dentro de la ciudad.

«Nuestra motivación para La Granja es personal. Ahora vivimos y trabajamos fuera del mapa, e intentamos ser lo más autosuficientes que podemos. Cultivamos la mayoría de lo que comemos, y el resto lo conseguimos de granjas vecinas», dice Fei Precht. «Ahora tenemos una relación muy diferente con la comida. Sabemos que nuestro estilo de vida no es para todo el mundo, por eso intentamos desarrollar proyectos que traigan la comida de vuelta a las ciudades.»

 

El primer rascacielos/granja del mundo

Cada vivienda de este rascacielos sería un modulo con forma de A, construidas con madera laminada en cruz, un material más sostenible. Todas tendrían todas las estancias básicas de una vivienda, además de huertos y jardines que pueden ser privados o comunales, llenos de luz y ventilación natural. La configuración mínima sería de nueve metros cuadrados, con un balcón de dos metros y medio, pero cada familia podría ocupar varios módulos.

 

Hipotéticamente, la torre podría construirse tan alto como se quisiera, dependiendo de la altura media de la ciudad las regulaciones nacionales que puedan limitar el uso de la madera. En países como Japón, Canadá,  Austria, los países escandinavos o el Reino Unido, se pueden construir entre 18 y 30 pisos.La planta baja estaría dedicada a un mercado de comida. «Creo que hemos perdido esta conexión física y mental con la naturaleza y este proyecto podría ser un catalizador para reconectarnos con el ciclo vital de nuestro medio ambiente«, dijo Chriis Precht.

rascacielos modular

Dezeen

 

 

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