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Reforma un bunker de la II Guerra Mundial y lo convierte en un bungalow

Una buena manera de conseguir una casa es reformando algún edificio o estructura que se utilizase antiguamente con otro fin. Con esfuerzo y mucho dinero suelen quedar cosas bastante curiosas.

Y es que estas casas solo puede permitírselas gente con un alto poder adquisitivo. Aunque pueda parecer que nos vamos a ahorrar dinero porque «lo principal» ya está construido, a la hora de la verdad, una reforma en condiciones puede suponer una pequeña fortuna.

Esta es Elizabeth Strutton, la ex agente inmobiliario que compró el búnker para reformarlo

La historia que os traemos hoy es la de un búnker situado en St Levan, Cornwell al norte de Reino Unido y que han convertido en un bungalow de lujo.

Este bunker fue construido en 1942 en los acantilados de la costa de Cornwell, era utilizado para obtener información sobre los movimientos enemigos. Informaban sobre las patrullas que intentaban acercarse a la playa, posiciones de francotiradores, estructuras enemigas, etc… y comunicarlas a los pilotos y comandantes aliados. Era un lugar conocido por su peligrosidad, tanto para los alemanes como para los británicos, porque tenían siempre apostados francotiradores con la intención de eliminarse unos a otros.

En este búnker en particular, también se encargaban de proteger los postes cableado que había cerca, ya que eran medios de comunicación extremadamente necesarios. La información que obtuvieron seguirá siendo secreta durante otros 50 años como poco.

Visto desde fuera apenas ha cambiado, pero su interior ha experimentado una transformación completa.

Abandonado durante décadas y utilizado como almacén de patatas, Elizabeth vio una foto del búnker en el escaparate de una tienda y se enamoró.

Por estas claraboyas entra luz, también sirven para ventilar, como veis tiene hasta antena para la tv por satélite.

Hasta hace pocos años, la instalación era usada como un almacén de patatas por un agricultor de la zona.

Después de haber comprado el búnker por casi 200.000 €, la Sra Strutton necesito 5 años y 136.000€ más para afrontar las reformas necesarias. Ahora es una casa familiar con todas las comodidades.

El bunker está preparado para resistir el impacto de una bomba.

Para Elizabeth es un «paraíso mágico».

Un pequeño jardín y una vista inmejorable, de los campos de alrededor.

Así era antes de la reforma, bastante difícil de encontrar.

El bungalow tiene 3 camas, dos cuartos de baño y una habitación-ducha. Una sala de estar abierta de 7 metros de largo donde se encuentra el salón y la cocina. Todo esto está iluminado por unas boyas acristaladas en el techo que dejan entrar luz natural. En el exterior tiene un jardín, garaje y un cobertizo.

Enterrado y bajo hierba y arbustos. Los constructores que hicieron la reforma no habían visto nunca nada parecido.

El búnker llevaba años sin ser utilizado antes de la reforma.

El aspecto que luce ahora dista mucho del anterior.

La vivienda está aislada y sin ventanas, pero para a Sra Strutton es su paraíso. Según sus propias palabras «Es una fortaleza mágica donde vivo con mis 2 perros».

Realmente es una parte viva de la historia del siglo XX. En principio no estaba muy segura de cómo le iba a salir la reforma, pero ahora se encuentra la mar de contenta y, para ella, es el mejor lugar del mundo.

Pero su esencia sigue siendo la misma.

Ahora mismo nos resulta difícil imaginar una escena de soldados sentados aquí, realizando su trabajo.

Moderno, limpio y elegante, así es ahora este hogar perfecto.

«Tengo un montón de familiares y amigos que me visitan. Debido al sitio donde está y lo que fue, se convierte en una novedad para los niños. Los adultos también disfrutan y vuelven a sentirse como cuando eran pequeños»

La Sra Strutton compró el bunker en 2007 con la intención de renovarlo y venderlo, pero cuando la crisis golpeó Reino Unido se vio obligada a vender su casa normal, mucho más fácil de vender y trasladarse a esta otra vivienda. Tardó poco más de un mes en acostumbrarse a no tener ventanas y fue lo que le dio la idea de poner las claraboyas en el salón.

Por si fuera poco, gracias a la torre de Porthcurno, la casa tiene una conexión a internet totalmente estable.

Cuando empezó todo no se imaginaba que iba a tardar 5 años en acabar la obra ni el dinero que le iba a costar.

El pasillo era un túnel a otro búnker, realmente todo el aspecto ha mejorado muchísimo, pero sigue siendo el lugar donde pasaron horas y horas los soldados aliados vigilando y custodiando las torres de comunicaciones.

Cuando la Sra Strutton se hizo con el búnker jamás pensó que le llevaría tanto tiempo y dinero. Para ella esto se convertía en algo así como un hobby o una meta a lograr. Los constructores no se habían encontrado nunca con nada parecido, por lo que tardaron bastante más de lo habitual.

Su casa es un imán para los historiadores e incluso una familia se puso en contacto con ella, para poder verlo, porque su madre trabajó en aquella estación.

Este es uno de los elegantes baños, totalmente reformado.

No creemos que un soldado de 1940 disfrutase de un baño como este.

Cuando los familiares de la ex trabajadora llegaron allí se encontraron sorprendidos ya que, a pesar de las capas de pintura, los muebles y la televisión por cable, todo era exactamente igual que les había relatado su madre.

«El vivir aquí le va a hacer apreciar aún más la manera en la que nuestros padres y madres lucharon, sentirá una especie de conexión con lo que hicieron. Es, probablemente una de las mejores cosas de este sitio»

A día de hoy Elizabeth tiene puesta la casa en venta por 340.000€. Dice que la vende de mala gana, porque le encanta y podría vivir allí eternamente, pero necesita vivir más cerca de su actual trabajo.

Fuente: DailyMail

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