Stallone, la inesperada historia de sus tortugas y el perro que tuvo que vender para pagar el alquiler

Publicado 20 mayo, 2020 por Javier Escribano
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Es una de las historias favoritas de Hollywood. El hombre pobre que partió de la nada y solo con su determinación y su esfuerzo logró alcanzar la cima del mundo. Es la trama de la película Rocky, pero también la del hombre detrás de la película: Sylvester Stallone. O eso es lo siempre ha contado.

De vender a su perro por 40 dólares… a comprarlo por 15.000

Stallone ha contado muchas la historia de cómo escribió el guion de Rocky en solo cuatro días, cuando vivía arruinado, durmiendo en estaciones de autobús, a los 26 años. Su precariedad era tal que un día se vio obligado a vender a su perro Butkus, su única compañía desde hace años, para poder comprar comida. Se lo vendió a un cliente de un 7-Eleven por unos 40 dólares.

Dos semanas después, vio un combate de boxeo entre Mohammed Ali y Chuch Wepner, en el que el campeón de los pesos pesados tardó 15 asaltos en derrotar a Wepner (pocos esperaban que durase tantoo), lo que le dio la inspiración para escribir un drama pugilístico. Después de muchas negociaciones, en las que acordó cobrar un precio mucho menor por el guion con la condición de que le dejaran protagonizarla, volvió a la tienda a esperar a que apareciera el hombre al que había vendido su perro.

Después de tres días esperando se lo encontró, y aunque este se negó, le acabó ofreciendo nada menos que 15.000 dólares para recuperar a Butkus, y lo consiguió.Al parecer, el dueño temporal de Butkus llegó a aparecer en la película: es el hombre bajito al que Rocky pregunta si está sordo y responde que «no, soy bajo».

La historia tuvo un final aún más feliz cuando Rocky se convirtió en la película más taquillera de 1976, recaudando 225 millones de dólares en todo el mundo(al que correspondían 10 millones solo a Stallone), y ganó el Oscar a Mejor Película. Butkus llegó a salir en película y Rocky 2, antes de morir en 1981. Según contó Stallone, su perro aún está en el escritorio de su ordenador.

No es la única historia relacionada con animales y Rocky. En la película, Rocky intenta conquistar a Adrian, la dependienta de una tienda de animales interpretada por Talia Shire, y compra dos tortuguitas con la excusa de poder ir a visitarla. Pues bien, el propio Stallones las adoptó, y 44 años después, Cuff y Link volvieron a aparecer en pantalla. Fue en Creed II, una secuela spin-off de Rocky, y podemos verlas en el fondo de la casa de Rocky.

Se trata de un guiño que pocos espectadores se percataron, pero que refuerza el recuerdo de Adrian (personaje que falleció en la narrativa) en la vida de este envejecido Rocky.

¿Realidad o mito?

Aunque la historia de un Stallone sin hogar y teniendo que vender a su perro para subsistir es triste y bonita (por tener un final feliz), hay algunas voces críticas que dudan de su veracidad. Algunos han observado pequeñas contradicciones en las versiones que el propio Stallone ha contado (algunas veces dice que lo vendió por 50 dólares, otras por 25), detalles que en cualquier caso pueden achacarse a fallos de la memoria tras tantos años.

Sin embargo, Gabe Sumner, jefe de márketing de United Artists, declaró que toda la historia del Stallone que peleó hasta el último céntimo por ser él mismo quien protagonizara la película que le lanzó al estrellato fue una invención para la prensa, que se lo tragó completamente llenando artículos y columnas. Un representante de Stallone lo negó.

En cualquier caso, la historia del perro no parece que fuera parte de la ficción creada por la productora (si es que la hubo), por lo que la única fuente es lo que cuenta el propio Stallone. Desde luego, parece demasiado increíble para ser verdad, una historia que podría haberla protagonizado el propio Rocky. Pero nadie puede dudar que realmente Stallone adoraba a su perro, y que posiblemente Rocky nunca hubiera existido sin él.

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