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Su hija de tres años empieza los dibujos y su madre los termina, el resultado es maravilloso

El mundo del arte es enorme, no tiene delimitación posible ya que cualquier expresión puede ser considerada como tal. Ya no son solo los aspectos estéticos en sí mismo, sino los sentimientos y el significado que se utilicen a la hora de plasmar la obra.

Ante un mundo tan complejo no es difícil para el artista sufrir varias crisis y quedarse atascado o con dificultad para encontrar una nueva perspectiva.

De estas cosas sabe bastante Ruth Oosterman, artista por vocación, y que llevaba mostrando sus pinturas y esculturas al mundo desde hace ya unos cuantos años.

Ruth fue mama hace 3 años y esto inició una nueva etapa en su vida en muchos sentidos. Su hija, llamada Eve, empezó a dibujar a los 2 años de edad y su madre la animó y decidió empezar un proyecto con ella.

Cómo os podréis imaginar, con tan solo 2 años la pequeña solo dibujaba manchas, pero esto es lo que le dio una idea genial a Ruth. Uniendo el carácter azaroso de las creaciones de la pequeña y la mano de su madre a los pinceles, dan lugar a unas obras inigualables y cargadas de sentimiento.

El modus operandi de esta pareja de artistas ha cambiado desde los primeros cuadros. Al principio Eve pintaba en un lienzo lo que le apetecía, cómo se sentía y con los colores que quería dibujar ese día. Después su madre observaba la creación y perfilaba y daba forma final al cuadro. Ahora simplemente van pintando a la vez.

El resultado es una simbiosis perfecta entre madre e hija que da lugar a unas maravillas visuales dignas de admiración.

Ruth y su hija, ahora con 4 años, pasan el tiempo juntas creando hermosas y originales obras de arte. Eve empezó a interesarse por pintar a los 2 años y su madre, muy orgullosa, tan solo ha incentivado esta pasión.

Al principio Eve solo marcaba unos garabatos con rotulador en una hoja de papel, y luego su madre lo llenaba de color y acababa convirtiéndolo en una imagen reconocible. Con tan solo unas lineas Ruth era capaz de cosas como estas.

Conforme Eve iba creciendo fue interesándose por los colores. Las acuarelas permitían crear formas imaginarias llenas de color. Otra vez, su madre se encargaba de realizar su parte del trabajo.

Paisajes, retratos, animales, todo tiene cabida en la imaginación de Ruth a la hora de dar forma a las creaciones de su hija.

El trabajo que realizan las 2 es bastante rápido e intuitivo, ya que Ruth piensa que el análisis excesivo de las manchas de Eve puede convertir su parte en demasiado seria y adulta y no es eso lo que busca, ya que cambiaría el espíritu del trabajo de su hija.

En muchas ocasiones siguen usando tan solo rotuladores. Donde otros solo podrían ver garabatos, Ruth ve belleza y la plasma.

Ruth dice que pintar con su hija le ayuda a ser más creativa y espontánea, aparte de permitirle explorar nuevas perspectivas.

«Me siento muy afortunada de que mi hija pueda recordarme cada vez, lo que es pintar cómo un niño, y todo gracias a su modo de ver las cosas».

Colaborar con otra persona, sea de tu edad o no, te ayuda a ver las cosas desde otro punto de vista. Esto te permite interpretar la información de una manera que no harías normalmente. Es un poco como ver el mundo a través de los ojos de otra persona.

Al igual que su madre, Eve siente una fascinación inusual por el arte. Desde luego la pequeña no podría haber tenido mejor ejemplo.

Conforme Eve ha ido creciendo han cambiado el método que usan para colaborar. Ahora, en muchas ocasiones, van pintando a la vez y los resultados son tan fascinantes como estos.

Eve está empezando a convertirse en una gran artista. Hasta dispone de una pequeña galería en su casa, con una exposición permanente al lado de los cuadros de su madre.

Si te gustan las creaciones de esta pequeña y su madre no dejes de ver el vídeo que viene a continuación. En el podrás ver a las 2 artistas en acción, trabajando codo con codo.

Fuente: Littlethings, Ruth Oosterman youtube, The mischievous mommy Artículo creado por Lavozdelmuro.net

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