La Estatua de Cristo Rey se alza imponente en la ciudad Świebodzin, en el noroeste de Polonia. Según el libro Guinness de los Récords, es la imagen de Cristo más alta del mundo: mide 36 metros de los pies a la corona, y contando el montículo, alcanza los 52,5 metros. Un monumento impresionante que ejerce de faro para la fe de sus 21.000 residentes… y también de antena para sus teléfonos móviles.
El Cristo del Wi Fi
Y es que la corona, que mide más de 3 metros, escondía un bosque de antenas que ofrecían conexión a Internet a varias localidades a la redonda. Fue un medio de comunicación local, Fakt 24, quien descubrió el pastel utilizando un dron para sobrevolar la cabeza del Cristo. Nadie sabía muy bien cómo habían aparecido ahí, y bajo las órdenes de quién. ¿Fue acaso un milagro?
Continuando las investigaciones, los reporteros encontraron un acuerdo que demostraba que la parroquia encargada de la construcción de la estatua también había pedido la instalación de las antenas, con objeto de dar soporte a un nuevo sistema de vigilancia por vídeo para la iglesia. No obstante, un representante de la compañía de Internet aseguró que el acuerdo era totalmente legal, y que las antenas también transmitían a otros clientes de la zona.
¿Ingenio o sacrilegio?
La parroquia declinó hacer comentarios, a pesar de la estupefacción de los habitantes, que se enteraban que todas sus búsquedas y operaciones a través de Internet habían pasado por la cabeza de Jesús. ¿Es sacrilegio vender una imagen de Cristo para estos menesteres? Nadie sabía muy bien la respuesta, pero lo cierto es que no hizo mucha gracia al obispo local, que no había sido informado de todo este asunto y ordenó la retirada de las antenas, alegando que su presencia podría herir la sensibilidad de mucha gente, sobre todo creyentes. Desaparecieron definitivamente en mayo de 2018
La estatua, inaugurada en 2010, ha sido objeto de controversia incluso antes del escándalo de las antenas. Fue financiada enteramente con donaciones de los residentes del pueblo, con un coste aproximado de 1,5 millones de dólares. Muchos criticaron su construcción, reclamando que ese dinero habría estado mejor empleado en la construcción de obras públicas. Lo que es seguro, como corroboraron muchos expertos, es que la estatua tiene una altura y ubicación ideal para ejercer de repetidor. Desde luego, la idea era ingeniosa, aunque el secretismo que rodeaba toda la operación no inspiraba mucha confianza…
