8 plantas de interior que te puedes comer

Publicado 29 abril, 2020 por Alberto Díaz - Pinto
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Muchas veces pensamos que solo podemos tener ciertas plantas si disponemos de un terreno, pero estamos equivocados. Si disponemos de terraza o patio soleado, las posibilidades se acrecientan considerablemente. Por eso, hoy vamos a ver qué hierbas y plantas podéis plantar en casa y que, además, podréis consumir.

Si sois fanáticos del cultivo, y adictos a la satisfacción que supone cosechar una planta tras haberla cuidado con esmero, no os perdáis lo que viene a continuación. Hierbas aromáticas, hortalizas y alguna que otra fruta, todas ellas plantadas en casa. Comenzamos:

Cebollino

Se puede comprar la planta joven o cultivarla a partir de semillas. Si os decantáis por la segunda opción, poned las semillas en una maceta de 7,5 centímetros de compuesto de semillas y esperad a que germinen. Después, replantad los brotes en contenedores mayores, con un sustrato a bien drenado y rico en nutrientes, a finales de primavera.

El riego debe ser con frecuencia moderada y no demasiado abundante. Como referencia, no dejéis que el suelo seque del todo.

El cebollino crece rápido y no tardará en llenar la maceta. Se cosecha de primavera a otoño, y para recolectarlo solo hay que cortar las hojas a ras del sustrato cuando las necesite.

Capuchina

En el mundo culinario, la capuchina se puede tomar en forma de zumo o té, en ensaladas, como condimento o para dar simplemente un toque de color. Además, es ideal en la lucha contra los parásitos, pues es una planta antiplagas. Se utiliza para atraer a los pulgones y a la mosca blanca para que no ataquen a otras plantas.

La siembra de la capuchina puede realizarse en otoño o primavera, mediante semillas sembradas de manera directa en el jardín o macetas, colocando de 4 a 5 en líneas, separadas entre sí unos 25 centímetros.

La capuchina se adapta a todo tipo de suelos, aunque prefiere suelos bien drenados, fértiles y húmedos. Debe plantarse donde reciba una plena exposición solar. Tolera las heladas, siempre y cuando no sean constantes y demasiado intensas. En cuanto al riego, constante y moderado, pero evitando el encharcamiento.

Tomillo

Para plantarlo, podemos a partir de semilla o de una planta ya cultivada en maceta, siendo esta la opción más cómoda y fácil.

En cuanto al tipo de suelo, debe ser idóneo para plantas para exterior y que contenga un buen porcentaje de arena que mejore su drenaje. Necesita plena exposición solar y el riego debe controlarse para evitar un exceso de humedad. Concretamente, debe realizarse cuando el sustrato comience a estar ligeramente seco.

De la propia planta iremos recolectando las ramitas, según se precisen, pudiendo disponer de ellas prácticamente casi todo el año.

Piñas

¿Sabíais que podéis hacer rebrotar una piña del supermercado y obtener una bonita planta que, después de un tiempo, dará piñas? Bien, para conseguirlo, tenéis que cortar el tallo, meterlo en agua durante unos días -hasta que empiecen a salirle raíces- y, transcurrido el tiempo, ponerlo en una maceta. Así de simple.

La planta necesitará de espacio, así como un ambiente soleado, templado y húmedo casi constante. Procurad que nunca le falte luz solar y que la temperatura nocturna nunca baje de los 18ªC. Con el tiempo, veremos que nuestra planta empieza a dar fruto.

Si aún no os ha quedado claro, aquí explicamos detalladamente cómo podéis conseguir hacer rebrotar una piña con éxito.

Cebolletas

Las cebolletas se pueden plantar mediante semillas o bulbos siendo la mejor época la primavera. La maceta debe ser de unos 30 cm de profundidad y 30 cm de ancho, pudiendo plantar hasta dos cebollas en ella. Si escogéis plantarla con semillas, colocarlas a una profundidad de unos 2,5 cm. Recordar dejarla en el interior durante un mes, hasta que el esqueje sea visible. Después se pueden sacar al exterior.

En cuanto a la tierra, debe estar suelta y mezclada con fertilizante natural. Además, la planta requiere sol directo diario para un crecimiento óptimo. Por tanto, prefiere temperaturas cálidas y un riego diario, pero moderado.

Transcurridos unos meses y los tallos adquieran un color verde intenso, la cebolleta estará lista para ser cosechada.

Jengibre

La mayoría de las plantas de jengibre prosperan mejor en condiciones de luz filtrada. Es una planta tropical, por lo que necesita un entorno húmedo, ya que en condiciones demasiado secas puede llegar a quedarse en un estado latente. En cuanto al tipo de suelo, debe este debe ser húmedo, fértil y rico en nutrientes.

A la hora de plantarlo, es importante seleccionar rizomas frescos, gruesos y bien desarrollados. Es recomendable remojar los rizomas en agua antes de plantarlos, pues el jengibre que vemos en los supermercados casi siempre ha sido tratado con un retardante del crecimiento.

La mejor época del año para plantarlo es a finales de invierno o principios de primavera. Cuando se siembra en jardín, es posible comenzar a cosecharlo a los 4 meses, pero el mejor momento es cuando hojas de la planta se hayan caído. Por lo general, esto lleva entre 8 a 10 meses.

Maceta de hojas de ensalada

Aquí podemos combinar un montón de variedades, tales como achicoria, rúcula, canónigos, escarola, lechuga romana, lechuga de roble, acelgas o espinacas. Solo debéis elegir las variedades que más os gusten. Además, también se pueden añadir otras variedades como albahaca, orégano, perejil o cilantro.

Todas estas hojas se pueden ir cortando según se precisen, de manera continua, por lo que podrán plantarse más juntas al no dejar que lleguen a su estado adulto. El truco reside en cortar un máximo de 2 tercios para las hojas de ensalada y un tercio, como máximo, en las aromáticas, dejando un núcleo que rebrotará.

Zanahorias

La zanahoria se cultiva a partir de semillas, a unos 5 cm de la superficie. Las semillas germinarán en un par de semanas y necesitarán un sustrato de 2 litros de volumen, que deberá estar suelto para que permita un buen desarrollo de la raíz. Siempre debe primar la profundidad a la hora de elegir el contenedor. Una vez germinadas, dejaremos una mata por maceta o, si es en mesa de cultivo, una distancia de unos 8 cm entre cada una.

A la zanahoria le gustan las temperaturas suaves pero puede soportar heladas no muy fuertes. Respecto al riego, necesita mantener humedad constante, para evitar que la piel se endurezca y se agriete la raíz.

Se trata de una hortaliza de ciclo largo: unos 90 días desde la siembra hasta la cosecha. Sin embargo, hay variedades de ciclos más cortos, de hasta 75 días. Si se cosechan antes, su tamaño será menor pero estarán más dulces. ¡Ah! mucho cuidado al desenterrarlas para no arrancar la parte aérea de la planta.

Si queréis conocer otras variedades de plantas comestibles para sembrar en tu jardín, pinchad aquí. Y si, además, queréis plantar frutales en casa, aquí te contamos todas las especies que podéis plantar en casa.

Vía: treehugger, greatist

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