Para la mayoría de nosotros, ponerse desodorante es un ritual necesario, del mismo modo que cepillarse los dientes o lavarse las manos. Pero para las personas que no producen hedor en las axilas, se trata de algo completamente innecesario.
A pesar de ello, casi tres cuartas partes de esas personas todavía usan desodorante a diario, según ha revelado un nuevo estudio.
Además, los hallazgos, publicados en la revista Journal of Investigative Dermatology, muestran que concretamente una etnia queda prácticamente exenta de utilizar desodorante, ya que no lo necesitan.
Un gen «maloliente»
Nadie nace con axilas malolientes, ya que nuestro cuerpo en realidad produce sudor inodoro que, después, es invadido por bacterias. Es de ahí de donde proviene el mal olor. Sin embargo, un estudio descubrió el hecho de que si nuestras axilas huelen o no, dependerá de un gen en particular llamado ABCC11.
Hace varios años, los científicos descubrieron que el gen ABCC11 determinaba si las personas producían cerumen húmedo o seco. Curiosamente, las personas que producen la versión «seca» del cerumen, también carecen de un químico en las axilas del que se alimentan las bacterias para causar el mal olor en ellas.
Si bien solo el 2 por ciento de los europeos y africanos carecen de los genes de las axilas malolientes, la mayoría de los asiáticos orientales y casi todos los coreanos carecen de este gen. De hecho, se descubrió que entre el 80% y el 95% de las personas de Asia oriental tienen cerumen seco y, por tanto, ausencia del químico que atrae a las bacterias en las axilas.
Nadie sabe exactamente por qué la prevalencia genética varía tanto entre las poblaciones, pero su ausencia en el este de Asia sugiere que ser apestoso o no fue producto de la selección evolutiva durante los últimos miles de años.
Rutina innecesaria
Los nuevos hallazgos supusieron un giro sorprendente en un estudio aún más amplio. Este investigaba la exposición a sustancias químicas en 6.495 mujeres y sus bebés en Gran Bretaña. Los investigadores tomaron muestras de sangre (que contienen material genético) de las mujeres y les preguntaron qué tipos de productos de higiene usaban diariamente. Como resultado, los investigadores pudieron descubrir cómo los genes se relacionan con el uso del producto.
Aproximadamente el 98% de las mujeres tenían el gen de las axilas que producen olor. De ellas, el 95% usaba desodorante de forma regular.
Pero de las 117 mujeres que no producían olor, más de las tres cuartas partes todavía seguían usando desodorante a diario. Aunque el equipo no estudió a los hombres, los expertos creen que dichos resultados deberían generalizarse.
Debido a que el estudio no tenía la intención de analizar el uso de desodorantes, los investigadores no pueden descifrar por qué las mujeres libres de olores continúan haciendo uso de este producto para mitigar el hedor. No obstante, se piensa que una de las posibles razones podría ser la presión social o la conformidad, ya que ambas juegan un papel muy importante en algunas rutinas de higiene más comunes.
¿Y vosotros? ¿Sois de ese pequeño porcentaje de afortunados que no necesita usar desodorante?
