De entre todas las permisiones establecidas por los gobiernos de todo el mundo durante esta pandemia, hay una en la que todos coinciden: se puede salir a hacer la compra. Eso sí, tomando las medidas pertinentes, tales como respetar las distancias entre unos y otros, lavarse las manos correctamente antes y después o quitarse la ropa y los zapatos al llegar a casa.
Hasta ahí bien, pero ¿qué ocurre con los víveres que traemos del supermercado? Es precisamente en torno a este tema donde surgen bastantes dudas. ¿Es posible contagiarse con los alimentos y productos que traemos del supermercado?
Más vale prevenir que curar
Según la OMS, el contagio por COVID-19 puede producirse aspirando las pequeñas «gotículas» expulsadas por alguien infectado al toser o estornudar. Dichas gotas también pueden terminar en una superficie que, posteriormente, alguien puede tocar y después llevarse esa mano a los ojos, nariz o boca.
A pesar de que las autoridades sanitarias europeas y estadounidenses afirman que no hay pruebas que los alimentos o envases sean una fuente o, mejor dicho, una vía de transmisión del SARS-CoV-2., Sally Bloomfield, profesora de la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical, «tampoco existe el riesgo cero».
Desde su web, Los Centros de Control de Enfermedades (CDC) de EE.UU. han reconocido recientemente que «podría ser posible que una persona contraiga el COVID-19 al tocar una superficie u objeto contaminados y luego se toque la boca, la nariz o posiblemente los ojos, aunque no se cree que esta sea la principal forma en que se propaga el virus.»
Desinfectar las bolsas y envases
Para empezar, lo suyo es desinfectar las bolsas, si son reutilizables. Si no, tiradlas directamente sin contemplaciones.
Sin embargo, una de las principales preocupaciones es si los envases de los alimentos están contaminados.
Como afirma la revista científica New England Journal of Medicine, «el virus SARS-CoV-2 puede sobrevivir y conservar su capacidad infecciosa hasta por 24 horas en el cartón y hasta tres días en el plástico o acero inoxidable«.
De este modo, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), recomienda: «Si le preocupa la contaminación de los alimentos y los envases que ha comprado en el supermercado, lávese las manos después de manipularlos cuando regrese del supermercado y después de retirar los envases«. Es decir, lavarse las manos al volver del supermercado y después de colocar la compra.
Cómo desinfectar los alimentos correctamente
En este aspecto existen algunas controversias y matizaciones. En cualquiera de los casos: no uséis nunca jabón para desinfectar alimentos. La FDA advierte: «podrías ingerir residuos del jabón o detergente absorbidos por el producto agrícola. Eso podría provocar náuseas, vómitos y diarrea. Los cuatro pasos clave de seguridad alimentaria son: limpiar, separar, cocinar y enfriar«.
Por ejemplo, la experta Sally Bloomfield recomienda que los alimentos frescos, sin envolver, se laven bien con agua corriente y se dejen secar, ya que podrían haber sido manipulados por cualquier persona.
La OCU, Organización de Consumidores y Usuarios, recomienda seguir estos consejos básicos, después de lavarse correctamente las manos:
- Lavar las verduras y frutas en el momento en que se vayan a consumir, no antes, y eliminar todas las zonas dañadas.
- Lavarlas bajo el grifo y no dejarlas en remojo ya que al hacerlo se incrementa el riesgo de contaminación cruzada.
- Frotar la piel para eliminar una mayor cantidad de residuos y otros posibles contaminantes, siempre y cuando la superficie de la fruta o vegetal lo permita, como por ejemplo en el caso de manzanas, peras o calabacines.
En tiempos de pandemia, si se desea una limpieza aún más exhaustiva, siempre se puede utilizar lejía «apta para la desinfección de agua de bebida». Por tanto, no sirve cualquier lejía. Desde el blog Gominolas de petróleo, especializado en alimentación, recomiendan:
Si algo debe quedar claro es que toda precaución es poca, pero tampoco conviene obsesionarse demasiado.
Vía: BBC, CDC, FDA, Facebook (gominolasdepetroleo)
