Los descubrimientos arqueológicos siempre son motivo de sorpresa y más cuando pueden ser tan enigmáticas como la tumba del emperador Qin Shi Huang, una importante figura y personaje histórico que implementó reformas para reforzar la unificación de China.
La encontraron en la provincia china de Shaanxi y lo que primero llamó su atención fueron unos fragmentos de una figura humana hecha de arcilla; después una serie de pozos en los que había miles de modelos de terracota que tenían el tamaño natural de soldados, acróbatas, caballos de guerra y otros animales.
De hecho, existe un texto antiguo del historiador Sima Qian (145 a.C.-90 a.C.), él escribió que la tumba contada con trampas, flechas y otros artefactos para evitar que intrusos se acercaran; además de una advertencia que habla sobre una inundación de mercurio líquido en caso de que las armas fallaran.
“La tumba se llenó de artefactos raros y tesoros maravillosos. Se ordenó a los artesanos que fabricaran ballestas y flechas preparadas para disparar a cualquiera que entrara en la tumba. Mercurio se usó para simular los cien ríos, el Yangtze y el río Amarillo, y el gran mar, y se puso a fluir mecánicamente”, indica el relato.
Incluso un estudio publicado en Scientific Reports hace un par de años, respalda la versión de estas crónicas antiguas, por ello, los expertos e investigadores en el campo se están esperando para poder explorar más allá de la superficie de la famosa tumba.
Este artículo fue modificado el 1 febrero, 2023 1:59 am