El confinamiento ha dado para muchas noticias buenas y curiosas, eso es verdad, pero las tragedias tampoco han dejado de sucederse. Hoy venimos a contaros una de esas historias sorprendentes que tuvo lugar en Montereau-Fault-Yonne, Francia. Hace poco más de un mes, se produjo un terrible incendio en un bloque de viviendas de esta localidad francesa, cobrándose la vida de una madre y su hija pequeña.
Sin embargo, un anciano sí consiguió salir ileso gracias al acto de valentía de dos jóvenes de origen checheno que se encontraban en las inmediaciones, Dombaev Dzhambulat y Ouloubaev Aslan. «Me encontraba haciendo gimnasia en Square Beaumarchais, cuando vi que salía humo de un edificio cercano«, comentaba Dzhambulat con la ayuda de su esposa, que trabaja como traductora.
Al contemplar la terrible escena más de cerca, Dombaev enseguida se dio cuenta que la multitud agolpada bajo el edificio no podía hacer nada por ayudar. Los bomberos aún no habían llegado al lugar de los hechos y la vida de un anciano, atrincherado en su terraza presa del pánico, corría grave peligro, pues una gran columna de humo emergía desde las entrañas de su vivienda.
Sin miedo y movidos por el coraje
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Nuestro protagonista sabía que necesitaría ayuda para llegar hasta el anciano, por lo que enseguida avisó a su amigo Ouloubaev Aslan, quien vive también en las inmediaciones. Ambos amontonaron varios contenedores de basura para poder escalar hasta el balcón del octogenario, ubicado en el segundo piso. «Tengo miedo, tengo miedo, no puedo caminar«, les decía. Por ello, en un ejercicio de fuerza extrema, se vieron obligados a traspasar en volandas al anciano hasta el balcón contiguo para así conseguir ponerle a salvo. Todo ello, sin equipo de protección alguno.
En ese preciso instante el cuerpo de bomberos se manifestó en el lugar de los hechos, logrando sofocar el incendio rápidamente y poniendo al resto de residentes a salvo.
Cuando los medios locales preguntaron a los protagonistas que si habían sentido miedo durante su hazaña: «No tuve tiempo de sentir miedo. Vi a una persona anciana en apuros y no dudé en subir. Además, no es la primera vez que rescato personas«, declaraba Ouloubaev Aslan a través de su hijo.
Ambos héroes, aún siguen esperando que sus actos sean reconocidos por las autoridades locales. «Lo único que deseo es poder tener un permiso de trabajo para poder vivir, simple y llanamente, como cualquier persona«, han manifestado.
A continuación, os dejamos con las imágenes que recogen el heroico momento:
Si os han parecido valientes estos jóvenes, tenéis que ver de lo que fueron capaces estos perros. Solo os adelantaré que lograron salvar la vida de mucha gente y que sus historias son apasionantes.
