Hoy hemos conocido la existencia de un vídeo que ha enternecido al mundo y reabierto un viejo debate a partes iguales.
En él, un buzo se encuentra haciendo una grabación submarina y, a lo lejos, una orca hace acto de presencia. La entrañable secuencia podría resumirse en que la orca se acerca al buzo con ánimo de curiosidad. Para asombro de todos, y después de darle un pequeño cabezazo a la cámara, la orca ofrece al buzo una ofrenda de pescado, un comportamiento muy similar al de nuestro gato cuando nos trae una lagartija o un insecto muerto y nos la deja a los pies.
Aquí podéis ver el mágico encuentro:
Unos animales tremendamente inteligentes
Las imágenes que acabamos de ver ponen de manifiesto, una vez más, la sobrada inteligencia de estos hermosos animales. Al parecer, se trata de un comportamiento que también practican con sus primos los delfines.
Según la publicación Phys.org, la neurocientífica Lori Marino y su equipo investigaron el cerebro de una orca fallecida mediante una resonancia magnética. Los resultados arrojaron que estos cetáceos poseían un potencial de inteligencia asombroso.
Las orcas tienen el cerebro más grande entre todos los mamíferos marinos, con un peso de hasta 6,8 Kg.
Los científicos están tratando de comprender mejor cómo las orcas pueden aprender dialectos locales, enseñarse unas a otras métodos especializados de caza y transmitir comportamientos que pueden persistir durante generaciones, posiblemente más de lo que podemos ver con cualquier otra especie, a excepción de los seres humanos.
De hecho, hace unos meses vimos que las orcas jóvenes se alimentan mejor en presencia de sus abuelas.
Hasta la fecha, nunca se han reportado ataques a los seres humanos por orcas en libertad
En la naturaleza, jamás se han registrado ataques fatales de orcas a humanos. Sin embargo, en cautiverio, la cosa cambia.
Y es que de todos es bien sabido que estos hermosos cetáceos no deberían vivir en un tanque reducido, pues les genera un estrés crónico que acorta sus vidas. Después de todo, algunos ejemplares incluso han llegado a suicidarse dándose cabezazos contra el tanque que las mantenía retenidas.