Seguro que alguna vez en tu vida has sufrido la ardua experiencia de tener goteras en casa, o algún tipo de filtración de humedades.
Para cada tipo de humedad existe un distinto tratamiento, por lo que es conveniente saber diferenciarlas y detectarlas a tiempo. ¡Te enseñamos cómo!
Las humedades pueden aparecer en nuestras casas por diversos motivos: por el tipo de clima o la temperatura, por roturas del aislamiento térmico de la propia vivienda, por un mantenimiento indebido, por falta de ventilación…
El caso es que existe cierta relación entre la causa y el tipo de humedad que aparezca. A continuación te explicaremos los principales tipos de humedad que existen, de manera que si tienes humedad en tu casa seas capaz de identificarla más fácilmente y acabar con ella.
Se producen cuando existe una concentración excesiva de vapor de agua en una habitación o una vivienda. Esto puede ocurrir por algún fallo en la propia instalación de los distintos aislamientos, así como por fallos en los tratamientos utilizados a la hora de aislar o por falta de ventilación en el domicilio. Es habitual que exista condensación por acciones como ducharse, cocinar, planchar o lavar la ropa, que producen grandes cantidades de vapor de agua.
Estas humedades pueden afectar negativamente a techos, paredes y ventanas, que pueden transferirse a la estructura del edificio y provocar daños mayores.
Este tipo de humedades tiene lugar normalmente cuando existe un fallo en los impermeabilizantes, lo que provoca que el agua se filtre más fácilmente entre los diferentes capilares de las paredes y muros del edificio. Esto, en última instancia, provoca que los aislantes de la propia casa queden debilitados, y que causen las humedades y las goteras.
Suelen aparecer en las paredes, en garajes, terrazas y cualquier pared o superficie que pueda tener contacto directo con el suelo.
Estas aparecen cuando se produce una filtración del agua de lluvia, que entra de manera directa por las fisuras de los propios impermeabilizantes, así como por diversas grietas que puede tener la vivienda o el edificio. Este tipo de filtraciones puede darse en los sótanos, plantas bajas o incluso cualquier habitación o estancia que se pueda encontrar por debajo del nivel del suelo, aunque también pueden aparecer en otras zonas por encima o al mismo nivel del suelo. La principal causa de su aparición suele ser la de una deficiente impermeabilización de las cubiertas de las casas.
La principal diferencia entre estos tres elementos viene dada por la causa u origen de su aparición:
Una gotera es una filtración de agua, normalmente causada por alguna imperfección en la parte superior de la vivienda (cubierta), como puede ser la acumulación de agua, roturas de tejas, grietas en baldosas…
Las filtraciones de agua pueden producirse por distintos orígenes: un desagüe roto, un mal sellado de las ventanas del hogar, un estado defectuoso de los canales pluviales… Estas filtraciones pueden desembocar también en goteras, provocando la caída de gotas del techo de nuestro domicilio.
Las humedades, al contrario que las goteras, se originan cuando existe condensación en el interior de la casa. Si se producen actividades que generen mucho vapor, hay más posibilidades de que estas humedades aparezcan. Igualmente, un elevado contraste de temperaturas entre el interior del domicilio y el exterior puede ser el causante de la aparición de estas.
La presencia de humedades puede dar lugar a la aparición de hongos, bacterias y moho, y esto puede afectar a la salud de las personas. Aquellas que vivan en una casa con exceso de humedad podrían experimentar algunos problemas, como pueden ser las alergias. Cuanto más humedad haya en el ambiente, más posibilidades se tendrá de padecer problemas respiratorios, asma o infecciones como la bronquitis o sinusitis.
También se puede dar el caso de experimentar dolores en los músculos, huesos y articulaciones, sobre todo si se trata de una persona que tiene reúma o que haya sufrido recientemente algún esguince o lesión.
La impermeabilización es un método que impide que el agua se filtre en nuestra casa y, por tanto, ayuda a que se mantenga seca. Estas son las razones por las que es muy importante tener impermeabilizada una vivienda:
Es crucial que tengamos claro lo importante que es una buena impermeabilización en nuestro hogar para que no tengamos que pasar por caras reparaciones del mismo. Ante defectos en la estructura del edificio o del tejado, lo mejor es descubrirlos a tiempo, antes de que lleguen a afectar a la integridad del mismo.
De la misma manera, conviene no pasar por alto algunos síntomas de la humedad, como pueden ser el vaho en los cristales o la aparición de moho. Es bastante común que la humedad se localice en las zonas más frías de la casa, por lo que en aquellos lugares es donde más precavidos debemos ser.