En 2015 se realizó un estudio que mostraba que las personas “exitosas” tuvieron madres exigentes durante su infancia. Aparentemente la presión ejercida por parte de la figura materna por alcanzar metas podría ser benéfica para los hijos.
Según los resultados de los estudios, establecer altos estándares en adolescentes tienen menos probabilidades de sufrir por las condiciones de la vida. Es menos probable que terminen desempleados o con bajos salarios al conseguir trabajo.
“En muchos casos, logramos hacer lo que creíamos que era más conveniente para nosotros, incluso cuando esto iba en contra de la voluntad de nuestros padres. Pero por mucho que intentemos evitar las recomendaciones de nuestros padres, es probable que terminen influyendo, de una manera más sutil, en elecciones que considerábamos extremadamente personales” comentó la investigadora Rascon-Ramírez.
A continuación te mostramos algunas características para poder ser estricto sin caer en la tiranía.
Muchas veces mamá se vuelve la mala de la historia y no es así, sólo está estableciendo límites que permitan que los niños se desarrollen adecuadamente. Estas son algunas herramientas para crear límites adecuados a los hijos:
Al final tenemos que tener en cuenta que ser madre es un trabajo de tiempo completo y la educación se tiene que brindar con valores, respeto y amor. Tampoco queremos generar niños con ansiedad.