La aparición repentina de vello corporal o facial, sobre todo en mujeres, puede revelar ciertas alteraciones hormonales que necesitan tratamiento. Si es tu caso, infórmate y consulta con tu médico.
Los cambios hormonales producidos por la pubertad, el embarazo o la menopausia pueden aumentar la cantidad de bello corporal. Estos cambios no tienen por qué ser permanentes y pueden desaparecer o requerir de terapias de remplazo hormonal, como en la menopausia. Consulta con tu especialista.
Entre otras cosas, el SOP afecta a los niveles de estrógeno y progesterona, lo que produce un aumento significativo del bello facial. Un estilo de vida saludable, ejercicio y buena alimentación pueden ayudar a controlarlo, pero siempre requerirá de ciertos cuidados cosméticos. En los últimos tiempos, la depilación por láser se ha convertido en un gran aliado.
Cuando las glándulas suprarrenales segregan demasiada cantidad de cortisol, la hormona reguladora de la presión sanguínea y el estrés, puede producirse el síndrome de Cushing, que produce obesidad en el tren superior, inflamación, fatiga severa y debilidad muscular. Esta alteración puede producir hirsutismo, pero como los niveles hormonales de cortisol pueden ser regulados con medicación o cirugía, no será un problema.
Lo creas o no, la píldora anticonceptiva puede tener como efecto secundario el aumento del vello corporal, especialmente en la barbilla. Además de este tipo de medicamentos, los esteroides también pueden causar este problema.
Descartada cualquier causa médica o ambiental, el hirsutismo puede ser un rasgo genético heredado al igual que la calvicie. No todas las mujeres de una misma familia tienen por qué padecerlo. Según la Universidad de Maryland, las mujeres de ascendencia europea, Medio Oriente y Sur de Asia son más propensas a desarrollar la enfermedad.
Como decíamos al comienzo, el inusitado aumento del bello corporal o facial, sobre todo en mujeres, es un magnífico indicador de que nuestros niveles hormonales están fluctuando, tal vez, fuera de control. Por ello, debemos consultar nuestro médico endocrino, quien a través de unos análisis podrá determinar la causa y aconsejarnos distintas soluciones.