8 cosas que debes robarle a tu abuela para tener una vida mejor

Publicado 15 diciembre, 2020 por Alberto Díaz - Pinto
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Sin duda, una buena fuente sabiduría reside en las generaciones que no fueron bombardeadas por el consumismo, productos químicos y desconcertadas frenético del mundo digital. Efectivamente, estamos hablando de la era de nuestras abuelas. Una época marcada por la enorme cantidad de soluciones prácticas, una vida más limpia en todos los aspectos y, sobre todo, con mucho sentido común.

Y es que, las mujeres que forjaron el camino antes que nosotros son dignas de admiración por innumerables cuestiones. Así pues, hoy hemos querido recopilar unos cuantos hábitos, más propios de nuestras abuelas que de la gente joven de hoy en día, que indudablemente son demasiado valiosos para perderlos. Comencemos:

Salir a caminar a diario

salir a caminar

Los beneficios de salir a caminar durante 40 minutos al día son impresionantes. Desde disminuir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, diabetes o cáncer de mama, hasta estimular la vida sexual y ahorrar dinero en el gimnasio. Por ello, siempre que tengamos la oportunidad de caminar a algún lugar, aprovechémosla.

Tener un pequeño huerto o jardín

cultivar

Y con esto, nos referimos a cualquier cosa: desde tener una parcela gigante llena de flores y verduras, hasta tener una simple maceta de albahaca en el alféizar de la ventana. La esencia cultivar algo hasta que pueda ser cosechado para comer, hacer té, usar como remedio natural o para ser expuesto en un florero. En el proceso, ahorraremos dinero, disfrutaremos de un pasatiempo terapéutico, consumiremos productos naturales y, por supuesto, disfrutaremos del placer que proporciona la autosuficiencia.

Coser la ropa y arreglarla

coser a máquina

En esta cultura, consumista y desechable, tiramos demasiadas cosas a la primera señal de desgaste, y la ropa no es una excepción. Si tratamos nuestra ropa con cuidado y cariño durará mucho más y, si empezara a deteriorarse un poco, no tengáis miedo de utilizar el hilo y la aguja. También está la opción de aprovechar el tejido y reconvertirlo en otra cosa completamente distinta.

Irse a la cama y levantarse temprano

gato durmiendo con antifaz

Nuestros cerebros y cuerpos están conectados para seguir los ciclos de luz y oscuridad. Y sí, les encanta la regularidad. Si nos tomáramos tan en serio nuestras horas de sueño, tal y como hacen muchas abuelas, no seríamos tan propensos al insomnio, ni al exceso de comida, la ansiedad o a la inactividad resultantes de un mal hábito de sueño.

Guarda la comida que te sobre en tuppers y aprovecha las sobras

guardar comida en envases

Tuppers, papel de aluminio, bolsitas herméticas, bolsas de supermercado, incluso el papel de cocina. Aprovechémoslos al máximo, puesto que suponen un gran compromiso para el medio ambiente.  Lo mismo ocurre con la comida: tiramos demasiada, cuando realmente existen maneras de aprovecharla.

Cocina en lugar de pedir comida o salir a comer

cocinar

Por supuesto que no podíamos obviar esto en nuestra lista, ya que es una de las reglas básicas de la «abuelitud». Incluso si llegas tarde a casa del trabajo o no sabes cocinar, insistimos, debemos intentarlo. No tiene por qué tratarse de una obra culinaria, ya que existen millones de recetas fáciles y rápidas a nuestro alcance. Además, no solo estaremos ahorrando, sino que probablemente sea más sano. Incluso puede ser una experiencia relajante y agradable.

Beber una infusión a diario

servir té

Existen innumerables razones por las que beber té puede suponer un gran ventaja para nuestra salud. El té, especialmente el té blanco, contiene antioxidantes que mantienen frescas las células del cuerpo.  Además, se ha descubierto que el té verde reduce el riesgo de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular, e incluso la posiblidad de padecer cáncer. Este también nos ayudará a controlar el peso y será un buen aliado de nuestros sistemas inmunológicos y digestivos.

Hobbies relajantes y creativos

trabajos manuales de pintura

Ya sea que hagamos punto de cruz, ganchillo, yoga, pintura o alfarería, cualquiera de estos hobbies nos ayudarán a desarrollar nuestras capacidades personales, a huir de la rutina, a controlar el estrés, así como fomentar la creatividad y nuestra vida social. Así pues, si aún no tienes ningún «hobbie de abuela», ¡apúntate a uno!

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