Cuando soñar despierto se puede convertir en una enfermedad mental

De primeras nadie podría sospechar que algo tan común como soñar despierto pudiese convertirse en un problema. Pero cuando esta ensoñación excesiva interfiere en tus actividades diarias, sociales o laborales o consume gran parte de tu tiempo, entonces sí estamos ante una posible patología. En investigación científica este fenómeno se conoce con el nombre de Maladaptive Daydreaming, término acuñado por Eli Somer, profesor de Psicología Clínica en la Universidad de Haifa, en Israel,Daydreaming Disorder. 

Este síndrome no está incluido actualmente en los manuales utilizados en salud mental, pero sí existen comunidades online dedicadas a este fenómeno. La investigación está haciendo cada vez más evidente que el Maladaptive Daydreaming puede suponer un grave problema.

¿Es malo soñar despierto?

«Con el paso de los años y de sucesivas investigaciones, se ha descubierto que soñar despierto puede estar relacionado con conductas desadaptativas, hasta el punto de considerarse un problema clínico», escriben Eli Somer y Nirit Soffer-Dudek en una publicación de 2015 sobre este síndrome. El doctor Somer descubrió que 6 personas de una muestra de 24 víctimas de abusos sexuales en la infancia utilizaban como vía de escape la ensoñación excesiva (publicado en Vice).

Dr. Eli Somer, de la Universidad de Haifa, en Israel

Los estudios más recientes relacionan este fenómeno con Trastornos Disociativos, alteraciones de la atención, un trastorno por consumo de sustancias o algún trastorno del espectro de lo Obsesivo-Compulsivo (publicado en The Brithis Psychological Society)

En la investigación arriba mencionada, de Somer y Soffer-Dudek, se entrevistó a 77 personas de entre 18 y 60 años, autodiagnosticadas de Maladaptive Daydreaming. El 80% de la muestra fueron mujeres. De los 77 participantes, 21 habían sido diagnosticados previamente con depresión, 14 con ansiedad y 5 con Trastorno Obsesivo-Compulsivo. En general, los participantes pasaban 4 horas y media al día soñando despiertos activamente y, en días en los que el síndrome se manifestaba con más intensidad, experimentaban también niveles más elevados de síntomas obsesivo-compulsivos, disociación, emociones negativas y ansiedad.

¿Qué supone padecer Maladaptive Daydreaming?

El Maladaptive Daydreaming no consiste simplemente en ser muy imaginativo o quedarse embobado mirando las musarañas. En la página web Vice hay varios testimonios que explican qué supone padecer este síndrome: 

Bill cuenta que puede pasar hasta 8 horas soñando despierto. Lo hace a oscuras en su habitación escuchando la misma playlist en bucle. Cuenta que una vez paseó 5 horas seguidas y, cuando quiso darse cuenta, tenía los talones sangrando.

Natalie Switala cuenta que utiliza una «lógica retorcida: ¿por qué vivir la vida si puedo soñar una mucho mejor?» Puede pasar 6 horas al día soñando despierta; incluso el día entero si está sola. Asegura que le supone una pérdida total de control y que si intenta detener la ensoñación, se siente enferma, con vómitos y migrañas.

Julia no puede imaginarse teniendo un trabajo porque cualquier cosa desencadena que comience a soñar despierta. Pasa hasta el 70% de su tiempo en su imaginación y cree que sus amigos empiezan a sospechar algo.

Estos y otros muchos testimonios llegaron al email de Somer después de que cientos de personas encontraran un breve ensayo que hizo sobre el tema. Gracias a estos testimonios, ha podido llevar a cabo la investigación ya mencionada. Para los afectados también supuso un gran alivio poder ponerle un nombre a lo que les ocurría y darse cuenta de que no estaban solos.

Aunque las personas que sueñan despiertos reconocen que todo es fruto de su imaginación y saben discriminar la realidad de la fantasía, esta actividad se siente como una adicción placentera. Por ejemplo, Andrea, una detective de policía, asegura soñar despierta 3 horas todos los días, mientras escucha música en su habitación y se balancea al ritmo, porque le hace sentir «segura, cálida, emocionada, feliz, satisfecha y equilibrada». Pero es un efecto a corto plazo, ya que la  investigación de Somer no arrojó ninguna evidencia de emociones positivas relacionadas con el Maladaptive Daydreaming. A largo plazo, este síndrome tiene un impacto negativo en sus vidas.

Posibles tratamientos para la ensoñación excesiva

Las investigaciones han encontrado niveles bajos de serotonina implicados en el Daydreaming Disorder. Por tanto, como medicamentos se suelen utilizar aquellos que aumentan los niveles de dicho neurotransmisor: escitalopram, un antidepresivo ISRS con leves efectos secundarios, y amitriptilina, un antidepresivo tricíclico con efectos similares al anterior.

En 2018, Somer publicó una investigación sobre posibles tratamientos, en la que participó un hombre de 25 años. Por su relación con las adicciones, podría plantearse el uso de la Entrevista Motivacional, que ha demostrado su eficacia en el consumo de sustancias. Por otro lado, como el objetivo del participante de la investigación no era una «abstinencia» completa, se utilizó la Terapia Cognitivo-Conductual para enseñarle a controlar la ensoñación y no utilizarla en momentos inadecuados. Por último, el entrenamiento en Mindfulness o conciencia plena ha arrojado datos positivos y el participante se mostró muy entusiasta con este método.

Al no estar reconocido como trastornos psicológico en los manuales actuales, es un fenómeno casi desconocido que no ha recibido mucha atención por la comunidad médica ni científica y no se han explorado las posibles vías de tratamiento. Hay autores que consideran que el doctor Somer está convirtiendo en una patología una actividad mental normal; en cambio, otros, como Eric Klinger, apoyan sus investigaciones y reconocen que es una afección que merece la atención de la comunidad clínica.

Este artículo fue modificado el 18 julio, 2019 5:03 pm

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