Los ejercicios de Kegel consisten en una serie de contracciones con la finalidad de fortalecer los músculos del suelo pélvico. Es decir, del área que se ubica entre tus caderas y sostiene los órganos reproductivos.
Fortalecer el suelo pélvico es fundamental para mantener los órganos en su lugar, pues de lo contrario, si esa zona es débil, puede provocar problemas de atención urológica, como la incapacidad para controlar los intestinos o la vejiga.
Lo llamativo de los ejercicios de Kegel, es que pueden realizarse en cualquier momento y en cualquier lugar, ya sea en la privacidad de tu hogar o mientras estés haciendo cola en el supermercado.
Los ejercicios de Kegel son una actividad que pueden efectuar tanto hombres como mujeres, especialmente las segundas, ya que tras el embarazo se debilita su suelo pélvico, y en ambos casos, por el aumento de peso y la edad.
En cada persona los resultados variarán y serán diferentes. Pero en la mayoría se produce una gran mejoría en el control muscular y urinario. Aunque no representan una cura, los ejercicios de Kegel pueden evitar que la condición empeore.
Si al orinar, logras detener el flujo a mitad de camino, estás ante la presencia de los músculos del suelo pélvico ya mencionados y ya podrás realizar los ejercicios cuando no estés orinando. Aclaramos que esto es sólo para localizar los músculos involucrados, no se debe detener el flujo de la orina cada vez que se vaya al baño.
Con la vejiga vacía, el objetivo será apretar los músculos del suelo pélvico durante 5 segundos. Luego, relajarlos durante otros 5 segundos. Lo ideal son 5 repeticiones en el primer día. Una vez que se haya dominado la rutina se puede ampliar el tiempo de presión y relajación hasta 10 segundos.
No generes flexión de los músculos del abdomen, los muslos o los glúteos, pues pueden ocasionar daños. En cuanto a la respiración no la contengas, respira libremente durante los ejercicios para evitar causar tensión o estrés en el resto del cuerpo.
Repite los ejercicios 3 veces al día, realizando 3 series de 10 repeticiones por día.
En la mitad de la micción, se debe detener o reducir la velocidad del flujo de orina.
No tensar los músculos de las glúteos, las piernas o el abdomen, sin contener la respiración.Cuando se haya disminuido el flujo de orina, es porque logró localizar con éxito los músculos del piso pélvico.
Una forma para encontrar esta zona es insertando un dedo en el recto y tratar de apretarlo.
Si es la primera vez, lo ideal será encontrar un lugar tranquilo y privado. Luego con más prácticas, podrá realizarlos en cualquier lugar.
Puede sentarse sobre sus rodillas o acostarse e impulsar la cadera hacia arriba, contraer los músculos pélvicos y mantenerlos presionados durante 5 segundos. Luego soltar por 5 segundos.
Una forma de encontrar los órganos pélvicos es colocando un dedo limpio dentro de la vagina y apretando los músculos vaginales alrededor del dedo. Otra opción, es detener el flujo de la orina.
Si se presenta dolores en el abdomen o la espalda, después de hacer los ejercicios de Kegel, puede ser una señal de que lo estás haciendo mal.
No es recomendable exagerar en la práctica, ya que si los músculos se trabajan demasiado, se agotarán y no cumplirán sus funciones básicas y necesarias.
Este artículo fue modificado el 18 septiembre, 2018 7:07 pm