Aunque haya quien los siga considerando vandalismo, los graffiti se pueden considerar una de las formas de arte más innovadoras. El medio físico deja de ser un mero soporte del arte para convertirse en parte del arte en sí mismo. En otras palabras, sería imposible replicar estas obras en un lienzo convencional.
A eso hay que sumar, claro, la liberación del arte del recinto cerrado y privado, pues estas obras pueden ser disfrutadas por todo el mundo (y son, en muchos casos, anónimas).
Ya os habíamos mostrado unos graffitis que desafiaban las leyes físicas del espacio y que parecían mundos surrealistas que cobraban vida. También os motramos unos graffitis de un artista que hacía «desaparecer» la superficie en la que pintaba. Hoy os vamos a mostrar otras obras anónimas que juegan con una variedad de estilos, formas y hasta materiales para crear resultados sorprendentes. Merece la pena detenerse a var cada detalle de la obra, que demuestran que la capacidad de innovar del arte urbano es infinita.