Ismael Fernández nunca se imaginó que el vídeo del reencuentro con su burra después de pasar la cuarentena separados fuera a viralizarse. En cambio, le han llamado hasta desde Reino Unido para emitir su historia en otros países. El pasado lunes Málaga pasó a la fase 1 de desescalada y el periodista cogió su coche para acercarse a su pueblo natal, El Borge, y visitar a Baldomera, su burra, que estaba al cuidado de su hermano.
Ismael tenía muchas ganas de ver a su burra Baldomera, pero no sabía si ella iba a reconocerle o reaccionar de una manera emotiva. Finalmente, Baldomera no solo acudió a su llamada cuando le vio llegar, sino que ambos se emocionaron, cada uno a su manera. Mientras Ismael lloraba de emoción, la burra rebuznaba de una manera en la que nunca antes lo había hecho, según él mismo informó a Cadena Ser.
Tanto la reacción del animal como la de Ismael han emocionado a muchas personas en las redes sociales. El vídeo del reencuentro con Baldomera acumula en Facebook más de 1500 me gusta, casi 400 comentarios y ha sido compartido más de 1500 veces. Después de alcanzar la fama en las redes, Baldomera se ha hecho una página de Instagram, que ya cuenta con más de mil seguidores ganados en tan solo un día.
Después de compartir el vídeo de la visita a su burra tras dos meses sin verla, Ismael comenzó a recibir mensajes de sus amigos, que querían compartirlo. Entonces, él decidió poner la publicación en acceso público. Desde entonces, no han parado de llamarle para que cuente la historia de Baldomera.
A Ismael siempre le han gustado los animales y la naturaleza, y es muy consciente de que el burro lleva años cumpliendo una función esencial en la recolección de la uva para producir pasas. La orografía de la zona es muy difícil y las familias solían tener uno de estos animales para transportar la uva desde las viñas. En cambio, actualmente muchos burros han desaparecido.
La burra lleva viviendo en la finca de la familia de Ismael desde que su padre dejó de trabajar de taxista. Hace 20 años pudo cumplir su sueño de jubilarse y tener un burro, que le regalaron Ismael y su hermano. Baldomera desde entonces vive acompañada por cinco podencos y un par de loros.